Como estaba muy agresivo y desobedeciendo a los médicos quería irse del nosocomio, tuvieron que sedarlo, el director del hospital hizo una denuncia penal, la policía le dio intervención a la fiscalía y desde allí ordenaron que se lo confine en su habitación con una custodia policial. Iban a esposarlo a la cama si fuera necesario.
En su dictamen por el que ordenó la detención, la fiscal Silvia Pereira fundamenta la medida coercitiva en que es “a los fines de impedir que el paciente abandone las instalaciones del nosocomio y ponga en riesgo a terceras personas propagando el virus que ha puesto en alerta a toda la comunidad internacional”, indica Pereira.
Advierte que “sin perjuicio de que la violación de las medidas que tienden a evitar la propagación de una epidemia es de competencia federal (Artículo 205 del Código Penal) es urgente y necesario despachar la medida que se solicita ante este magistrado, pues razones de orden público (derecho a la salud de los habitantes de la provincia) priman sobre cualquier otra consideración de naturaleza procesal”, explica la fiscal.