Diputadas nacionales de la oposición destacaron que la masividad del Ni Una Menos hizo que la cuestión de género deje de «ser una agenda sectorial para pasar a ser una agenda generacional».
Diputadas nacionales de la oposición consideraron hoy que el 3 de junio de 2015 las mujeres «nacieron como actor social colectivo», destacaron que la masividad del Ni Una Menos hizo que la cuestión de género deje de «ser una agenda sectorial para pasar a ser una agenda generacional» y juzgaron «urgente» la atención al crecimiento de los femicidios en el contexto de la cuarentena por el coronavirus.
«El 3 de Junio de 2015 será recordado en la historia social de Argentina como el día en que las mujeres nacieron como actor colectivo. Claro que hubo un antes y un después», analizó Carla Carrizo, vicepresidenta del bloque de diputados nacionales de la UCR.
En declaraciones a Télam, la diputada nacional evaluó que la primera marcha del Ni Una Menos, de la que mañana se cumplirán cinco años, visibilizó la «fuerza del poder social efectivo que le dio esa plaza», que «movilizó a las mujeres reales de la Argentina, victimas de la máxima intensidad de violencia -el femicidio- y de formas tácitas, invisibilizadas, pero estructurales».
«#NiUnaMenos nacionalizó lo que las mujeres, niñas y adolescentes del país tenían en común: eran mayoría pero estaban excluidas. Y ese poder social, potente e incisivo, concentrado en la Plaza de los dos Congresos abrió las puertas del sistema político», afirmó la diputada nacional.
Luego de #NiUnaMenos, recordó Carrizo, «vino la ley de la paridad en 2017; el debate sobre la legalización del aborto en 2018 y el lenguaje cambió». Además, puso de relieve que «#AhoraQueSiNosVen marcó una agenda de denuncias y una demanda de equidad efectiva: brecha salarial; economía del cuidado; equidad en la ciencia, en las cooperativas, en los deportes, en los sindicatos, en las universidades, en las empresas, en la Justicia; en el poder».
Desde el mismo bloque, la diputada Brenda Austin destacó que Ni Una Menos permitió darle a la cuestión de género «una visibilidad que trascendió fronteras y que convocó a miles de mujeres a las calles».
En ese sentido, Austin, miembro de la comisión de Mujer y Diversidad de la cámara baja, consideró que Ni una Menos «abrió un espacio nuevo de articulación que le dio mayor fuerza con la masividad de las luchas y que posibilitó que la cuestión de género «deje de ser una agenda sectorial para pasar a ser una agenda generacional».
Desde el PRO, Silvia Lospenatto, vicepresidente de la comisión de Mujeres y Diversidades de la Cámara de Diputados
aseguró que la marcha multitudinaria de Ni Una Menos realizada hace cinco años marcó «un punto de inflexión» en la lucha del movimiento feminista contra la «violencia machista».
Lospenatto, una de las legisladoras que tuvo un fuerte protagonismo en el debate a favor de la legalizacion del aborto realizado en el 2018, reflexionó que «no es posible pensar la revolución cultural que estamos atravesando sin un lugar central para ese momento de encuentro, de reclamo y de solidaridad enorme que fue la convocatoria del Ni una menos».
En tanto, la diputada del Frente de izquierda, Romina del Pla, consideró que en este aniversario de la primera marcha del Ni una Menos muestra que el «reclamo sigue siendo urgente», ya que desde que se dictó la cuarentena para evitar la propagación del coronavirus «los femicidios y las denuncias por situaciones de violencia no pararon de crecer»
En declaraciones a Télam, la legisladora sostuvo que «el #3J es la gran fecha del movimiento de mujeres en Argentina en su lucha por el fin de todas las formas de violencia hacia la mujer», al tiempo que repasó los reclamos centrales que -a su criterio- deben formar parte de este Ni Una Menos.
Entre ellos, mencionó la «asistencia estatal para las victimas de violencia y casas de refugio, «subsidios económicos» para las trabajadoras desocupadas y precarizadas que «han perdido o ven reducidos sus ingresos, para las que no tienen acceso a la salud ni condiciones de vivienda» además de «terminar con el lobby de la iglesia y su injerencia en la salud y educación y que se motorice la prometida legalización del aborto», señaló Télam.