El gobierno de Chubut utiliza la deuda como argumento para justificar el incumplimiento del pago de sueldos a estatales. Si el chubutense tiene el bolsillo ajustado por la deuda, cabe preguntarse entonces en qué se destinó el dinero prestado. Ante la falta de obras nuevas (hospitales, escuelas, rutas), ¿quiénes son los que cobran por la deuda el dinero que deberían percibir los postergados ciudadanos? Y el dato de que empresas chubutenses hayan sido parte de la fuga desorbitante durante el gobierno de Macri hace inevitable indagar si ésta tiene relación con la crisis de deuda en Chubut, consecuencia de la crisis política. Desde hace meses, parte de los gremios de la provincia estudian estas variables, que le propusimos analizar a José Luis Ronconi secretario de prensa de trabajadores judiciales (Sitrajuch), en la entrevista que les compartimos a continuación.
– ¿Cuál es la relación entre la crisis de la provincia y la deuda?
– Para que existiera esta crisis de deuda, previamente hay una crisis presupuestaria basada en la diferenciación de aportes impositivos en el trabajo: la clase trabajadora aporta hasta 60% de su sueldo en impuestos; los grandes capitales no llegan al 30%. El 61% de los impuestos es regresivo: paga lo mismo el rico que el pobre. En la provincia, para no cobrarle a los grandes capitales que se han enriquecido de manera superlativa en Chubut -petróleo, agropecuario, ganadero, pesca, aluminio, bancos, grandes supermercados- el gobierno tomó deuda. En los últimos 10 años emitió seis bonos de endeudamiento, un total de 1.159 millones de dólares. Siempre se argumentó que se tomaba deuda para mejorar la infraestructura provincial: no está claro qué obra se hizo; se repartió a municipios, se usó para pagos corrientes… concretamente, la utilidad de esa deuda el pueblo no la vio.
Ronconi expuso argumentos que demuestran la inviabilidad de la deuda chubutense: tasas de interés desorbitantes (triplican los valores de mercado), la mayoría tomada con legislación extranjera (New York y Londres) y plazos de pago muy cortos, amañados a los ingresos por regalías petroleras. Estas condiciones provocan la asfixia de las cuentas del gobierno que se trasladan al ajuste al bolsillo de los ciudadanos. “Acá surgen muchísimas dudas: no hay documentación ni información, Chubut ha dejado de informar a nivel nacional, se ha abandonado el carácter republicano del gobierno. Esto genera sospechas sobre quiénes son los acreedores de Chubut, los que someten a la provincia a estas condiciones”, expresó el secretario de prensa del gremio judiciales.
– ¿Hay relación entre el dinero que ingresó por los préstamos y la fuga de capitales?
– Claudio Lozano, ahora uno de los directores del Banco Central, durante el macrismo hacía informes para un instituto de ATE, en donde daba cuenta que tanto las deudas nacionales como provinciales, habilitadas por el gobierno macrista, generaron condiciones para la fuga. Un informe de la Cepal dice que en América Latina el 1% más rico -acá en Chubut podríamos hablar de Benetton (11 mil millones de dólares), Aluar (con Madanes Quintanilla a la cabeza), grandes bancos- capitales que operan en Chubut, fugaron y evadieron impuestos por 345 mil millones de dólares durante 2018. Si suponemos que a Chubut le corresponde el 0,1% serían 345 millones de dólares que el gobierno no cobró en impuestos. Esa riqueza que se produjo en Chubut no produjo ningún beneficio a Chubut. Con menos de la mitad de esos valores no existiría crisis de deuda en la provincia. Acá hay todo un sistema corrupto que facilita esa fuga, la evasión, la ilusión, cuando no directamente se adjudican beneficios sin justificación (Aluar recibió beneficios del 15% en reducción impositiva durante el gobierno de Macri). Cepal dice que no tiene sentido ese tipo de beneficios, porque esa riqueza no llega a los pueblos.
Aluar, se encuentra en el top 20, de las 100 empresas que más fugaron en la era Macri, la madrynense está 19°, según publicó Horacio Verbitsky en el blog El Cohete a la Luna. Tan estruendoso como la ausencia del tema en los medios de la provincia.
“Esa fuga pueden ser remesas de sus empresas a sus casas matices, a otros países, o en algunos casos (dice la Cepal) ‘paraísos fiscales’, donde no se cobran impuestos. El problema mayor es que el Estado no les cobra impuestos, por lo menos en la misma relación que se la cobra a los trabajadores, Es un sistema injusto y naturalizado. Una de las condiciones para declarar ‘odiosa’ una deuda es que no le haya servido al Estado que la tomó. La deuda contraída en el gobierno de Macri debe ser revisada. El FMI impide que la deuda sea tomada para facilitar la fuga. Eso hay que hacer con la deuda de Chubut e investigar por qué se tomó así. El gobierno de Das Neves es responsable (junto con Arcioni) del 86% de la deuda de la provincia. No se entiende, porque la garantía era real: en regalías petroleras”, detalló Ronconi, quien se preguntó quiénes son los acreedores. “¿Es la misma empresa petrolera acreedora de la provincia? No se puede asegurar porque no hay información. Esto es grave. Suman indignación a trabajadores que aún no hemos percibido nuestro salario”, expresó.
– En el informe que nos compartió, se propone como salida a esta crisis que no da más que las empresas ganen menos y hay gremios que proponen una reforma tributaria.
– El enfoque sobre los acreedores cambió, sobre la deuda cambió, está en discusión. Sí el sindicato evalúa la cuestión política y vemos que las actitudes son completamente distintas: el enfoque de Arcioni ha sido profundamente neoeliberal mientras que el gobierno nacional se manifiesta contrario a este tipo de políticas. Hoy el Estado nacional le paga sueldos a Clarín, a Techint y los sueldos en Chubut siguen sin ser pagados. Hoy hay una crisis política que perjudica a los trabajadores. Detrás de esto hay una puesta en crisis deliberada (menciona la teoría del Shock de Naomi Klein), un experimento previo a la pandemia muy concreto de poner en crisis a Chubut con esta crisis de deuda, y generar condiciones para que sea la megaminería la que venga a resolver la cuestión económica y así la sociedad que la rechaza, puesta en crisis, termine aceptándola. Y ahí se nos va la vida.
A continuación, el documento completo de Sitrajuch y CTA sobre la deuda en Chubut, que generan preguntas por ahora sin respuesta: ¿quiénes son los acreedores de Chubut, los dueños de una partecita de nuestra provincia? ¿Quiénes cobran los dólares de la deuda para que los estatales no puedan cobrar su sueldo? ¿Las empresas chubutenses que fugaron dólares son las mismas que compraron bonos de deuda de la provincia?.
La foto anexa muestra que en el año 2016 la Legislatura aprobó el último endeudamiento, por u$s 650 millones de dólares: sólo votó en contra Jacqueline Caminoa.