Esto es lo que se puede colegir de las declaraciones que hizo fiscal Marcos Nápoli después de haberle ido a tomar declaración al ministro más cuestionado y polémico del Gobierno del Chubut, Federico Massoni, a raíz de lo que dijo esta semana públicamente; sobre que había “transas” (vendedores de droga) en Trelew “protegidos por funcionarios judiciales, legislativos y del Ejecutivo”.
Cuando toda la comunidad que está preocupada como siempre por el avance del flagelo de la droga esperaba con ansias de que Massoni denunciara con nombre y apellido a aquellos que protegen a los narcos, el ministro de Seguridad –como ya lo ha hecho en otras ocasiones—no dio datos precisos, habló de generalidades y de personas incluso que ya han estado involucradas en delitos y que han sido condenadas por eso.
O sea, Massoni, cuando diga algo (no se olvide que usted es funcionario, debe tener pruebas para después respaldarlo. No puede usted jugar con un tema tan sensible, serio, preocupante como lo es el narcotráfico. Hoy cualquiera dice cualquier cosa pero después debe respaldar con pruebas sus dichos. Y eso usted lo sabe acabadamente porque es abogado.
El fiscal Nápoli habló con la prensa después de recibirle declaración a Massoni y en esas expresiones clarificó: “El ministro ratificó sus dichos y los amplió. No dio nombres exactos de personas que estén actualmente en funciones, si de personas que han estado involucradas en hechos delictuales y que han sido condenadas”, indicó el fiscal.
“La situación tiene que ver con saber si realmente hay personas que tienen a su cargo la responsabilidad pública de dirigir acciones direccionadas a combatir este flagelo, que estarían encubriendo este caso o estarían dando cobertura”, agregó Nápoli.
El Código Penal castiga la falsa denuncia en un ciudadano común y también sanciona a los funcionarios que dicen algo en público o a través de los medios de prensa y después no pueden respaldarlo ante la Justicia.
Massoni… sigue “vendiendo humo”