Un hecho de lo más inusual, como peligroso, ocurrió el jueves por la madrugada en el barrio de Mataderos: una familia de nacionalidad boliviana despertó la furia de los vecinos al realizar un velorio clandestino en un galpón ubicado en Av. Eva Perón 5948, entre Larrazabal y Oliden, en medio del aislamiento social, preventivo y obligatorio que rige en todo el país desde el 20 de marzo a causa de la pandemia del coronavirus.
Lo curioso, por no decir arriesgado o inseguro, es que un gran número de personas se hizo presente en ese lugar para despedir al fallecido, quien según le indicaron los vecinos a BigBang, falleció luego de haber contraído COVID-19 días atrás. «Los vecinos vieron que el cuerpo estaba en una bolsa particular para COVID-19 y que llevaba un cartel que decía positivo de coronavirus. ¡Es un peligro!», señalaron.
El hecho ocurrió el jueves, cuando los vecinos notaron que un importante número de personas comenzó a llegar al galpón de Av. Eva Perón 5948.
«Ayer hicieron a la noche una juntada, entre personas de la comunidad, y luego vino el cuerpo del fallecido con COVID-19. Se reunieron dentro de este galpón, que es un peligro porque se pueden contagiar. No les importó nada», detalló un vecino de la zona, en diálogo con este portal.
Además, remarcó que las personas que realizaron el velorio clandestino son, además, los responsables de alterar la tranquilidad del barrio desde hace varios años. «El problema con estas personas no viene de ayer, sino desde hace varios años. O sea, desde hace más de cuatro años. No sabemos si compraron el local o solo alquilan el galpón, pero hacen fiestas desde antes de la llegada del coronavirus», contó.
Y siguió: «Convierten el galpón en una suerte de boliche, donde van personas de la comunidad boliviana. Hacen jodas que arrancan desde las 12 de la noche hasta el mediodía del día siguiente. En toda la manzana se escucha todo. Cuando íbamos a almorzar con mi familia, antes de la cuarentena, los veíamos salir con parlantes, instrumentos y la música a todo lo que da».
Según pudo saber este portal, los vecinos realizaron distintas denuncias que quedaron en la nada: «Son unos irrespetuosos, ya se erradicaron varias denuncias, pero nunca nadie hizo nada, la policía nunca vino. Esto quedó en manos de una fiscal, que tampoco hizo nada. Ellos siguieron haciendo jodas y ayer hicieron un velorio clandestino, que arrancó a las 3 de la mañana, pero antes ya estaban haciendo una fiesta con música».
Al notar lo que estaba ocurriendo, los vecinos nuevamente volvieron a llamar al 911, también se comunicaron con la línea de atención del 147, pero una vez más no volvieron a tener respuestas. «La policía nunca fue. Los vecinos llamaron al 147 y tampoco apareció nadie. Nos dicen que nos quedemos en casa, pero esta gente tiene ´derecho´ a hacer un velorio por ser un referente de la comunidad», sostuvo otro de los vecinos consultados.
Y sumó: «Hay gente que la está pasando mal, que no puede despedir a su familia por esta enfermedad, y estas personas tienen el pudor y el tupé de hacer una fiesta por esta persona. Me parece ridículo. Una señora o señorita me dijo que el fallecido era un referente muy importante de la comunidad boliviana y que era ´obligatorio´ hacerle un velorio».
Los vecinos explicaron que ese mismo jueves, estas personas realizaron una suerte de fiesta que luego se estiró hacía la madrugada con la llegada del fallecido, quien -tal y como se puede apreciar en las imágenes a las que accedió este sitio- contó con la colaboración de un servicio fúnebre de la zona, ya que el cuerpo llegó en un coche fúnebre y el cajón del mismo estaba envuelto en plástico para evitar un posible contagio.