Con velas en las manos y mucha indignación en el cuerpo, cientos de personas marcharon este martes por el centro de Beirut hasta el puerto para recordar a las al menos 171 víctimas mortales que dejó la enorme explosión que afectó al puerto y parte de la ciudad hace una semana.
Las ruinas del puerto hicieron de telón de fondo para una manifestación que recorrió las calles de la capital antes de llegar al lugar en el que hace siete días 2.750 toneladas de nitrato de amonio explotaban para generar una onda expansiva que causó heridas a más de 6.000 personas y dejo a más de 250.000 sin casa.