Tras el endurecimiento de la cuarentena que dispuso el Gobierno nacional en la primera quincena de julio, alertado por el aumento en el ritmo de contagios la pandemia del coronavirus, la actividad económica frenó el ritmo de repunte que registraba tras el golpazo de abril. Las nuevas restricciones tuvieron además un impacto adicional en el mercado de trabajo: prácticamente una de cada cinco empresas aplicaron suspensiones a su personal, ante la prohibición de realizar despidos.
De acuerdo a cifras oficiales publicadas recientemente por el Ministerio de Trabajo, en julio el 8,4% del empleo registrado del sector privado se encontraba suspendido. Al mismo tiempo, ascendió al 19% la proporción de firmas que tuvieron que aplicar suspensiones. En ambos casos se trata de valores históricos.
Para tomar dimensión, antes de la pandemia, la cifra más alta de compañías que cesantearon de manera temporal a parte de su dotación de empleados fue en septiembre del año pasado, con 8,4% del total. Ahora la proporción es más del doble.
Y la comparación es más notable incluso al tomar en consideración la cantidad de empleados suspendidos por cada 100. En julio fueron 8,4 por cada 100, mientras el récord anterior registrado antes del COVID-19 -los registros oficiales comienzan en 2006- había sido de 1,4 por cada 100.
El salto en la cantidad de trabajadores bajo suspensión es una consecuencia directa del acuerdo firmado entre gremios y cámaras empresarias para favorecer esta salida en el contexto de la crisis y, por otro lado, del decreto de necesidad y urgencia que prohibió los despidos sin causa desde abril y que fue prorrogado hasta el último día de septiembre.
Según explicaron fuentes oficiales a TN.com.ar, actualmente la gran mayoría de los despidos se encuentra “judicializado”. Es decir, cuando las empresas inician el trámite para reportar ante el Ministerio de Trabajo, el Servicio de Conciliación Laboral Obligatoria (Seclo) declara nulas esas cesantías.
Otro efecto de la prohibición de despidos fue el desplome en la solicitud y aprobación de nuevos seguros por desempleo. De acuerdo a los últimos datos de la cartera laboral, hacia junio había unas 38.000 altas nuevas en el sistema. A marzo, esa cifra era de 35.000, por lo cual en tres meses solo hubo 3000 personas con seguros aprobados.
Más allá de eso, la cantidad de beneficiarios no cayó -fue de 114.000 hacia junio-, sino que en los próximos meses incluso permanecerá estable. Eso sucede porque el Gobierno decidió, como parte de las medidas para mitigar el impacto del coronavirus en los ingresos de los hogares, reforzar el sistema de seguros. Y para eso, prorrogó la vigencia del pago de esas sumas por parte de Anses a empleados despedidos hasta fin de año.
El valor y duración del seguro de desempleo es variable de acuerdo a los ingresos que tenía el trabajador y del tiempo que se desempeñó, pero suelen tener un monto decreciente. El tope de extensión suele ser de un año. Por efecto de la pandemia, así, si un seguro terminara este mes, quedará automáticamente prolongado hasta que termine el año.
El impacto de la pandemia en el mercado laboral es sostenido desde marzo, cuando empezaron las primeras medidas de aislamiento social que provocaron un parate en la actividad económica. De acuerdo a datos oficiales, en los primeros cuatro meses de cuarentena se perdieron poco más de 328.000 puestos de trabajo registrados.
A fines de febrero, 20 días antes del inicio de las medidas de aislamiento social, había en el país 12.091.000 empleados registrados, entre privados, públicos e independientes. Hacia el último día de junio, es decir cuatro meses después, esa cifra había descendido a 11.762.000.
El ritmo de destrucción de empleo fue desacelerando a medida que el aislamiento social fue flexibilizándose y más sectores productivos volvieron a trabajar, aunque con un volumen menor a los meses prepandemia.
Así, en abril la caída mensual del empleo fue de 1,7%, coincidente con la cuarentena estricta en todo el país. En mayo, esa cifra siguió siendo negativa pero en 0,3%, mientras que en junio -último dato oficial- fue casi estable (-0,1%).
El mercado laboral mantiene un comportamiento en línea con el nivel más o menos pronunciado de recuperación que tienen los distintos rubros de la economía. De acuerdo con el último informe del Ministerio de Desarrollo Productivo, “mientras que se observaron fuertes incrementos de la actividad en ramas como la industria, el comercio y la construcción, en otros sectores los niveles permanecieron deprimidos”, explicó.
Una decena de sectores registraban hacia junio, según el reporte oficial, una caída del 100% en el nivel de facturación. Entre ellos, relevó a rubros como el transporte automotor turístico, gimnasios, clubes, peluquerías y servicios de belleza.