Como cada 10 de septiembre, hoy se conmemorará el “Día del Madrynazo: por la Identidad y la Memoria Colectiva” a 36 años de aquella movilización popular espontánea hacia el Muelle Almirante Storni. En esa oportunidad, la comunidad repudió la presencia de un buque de la flota norteamericana “Atlantic South Force” luego de la Guerra de Malvinas.
Estaban totalmente abiertas las heridas de Malvinas ese momento, y en la comunidad toda de aquella época, aún estaban grabadas en sus retinas el desembarco de los jóvenes soldados en el muelle Alte Storni, tras la finalización del conflicto bélico en nuestras islas.
Habían pasado poco más de dos años de la rendición de las tropas argentinas en las Islas Malvinas, cuando parte de la flota norteamericana, en un operativo conjunto con la Armada Argentina, navegaba por el Atlántico sur.
En septiembre de 1984, la escuadra norteamericana recibió, por parte del Gobierno nacional, la autorización para amarrar sus buques en el mismo lugar donde habían bajado nuestros soldados y además posibilitar su aprovisionamiento y el desembarco de los marines norteamericanos.
Tal decisión desconocía el sentir de quienes habitaban la ciudad portuaria frente a la Guerra de Malvinas y la posguerra, por lo que el arribo fue considerado como un agravio teniendo en cuenta la participación de Estados Unidos en el conflicto.
Las noticias se filtraban a través de medios no oficiales, que daban cuenta de la presencia de naves extranjeras en las proximidades del Golfo Nuevo con la intención de ingresar al mismo y hasta reabastecerse en el muelle Storni.
Los informes se fueron conociendo con mayores precisiones, aun en aquellos momentos donde los medios de comunicación se contaban con los dedos de una mano. La comunidad empezó a organizarse, y a unir fuerzas para tratar de hacer oír sus reclamos ante el gobierno tanto provincial como nacional.
Fueron varios días de reuniones por parte de las representaciones políticas que, iban sumando vecinos en cada convocatoria, hasta que se resolvió realizar una asamblea popular en el Gimnasio Municipal Nro l.
Fue así que, una vez reunida la información precisa sobre el arribo de una de las naves estadounidenses al muelle Alte Storni, se resolvió organizar una marcha popular, en repudio a su presencia en nuestra ciudad y tratar de evitar que cumpla el objetivo signado, que no era otro que reabastecerse de alimentos, combustible e incluso permitir que los marines que integraban la tripulación bajaran a tierra.
Contundente respuesta
Una vez definidas las acciones a seguir por parte de las entidades intermedias y algunos concejales de la ciudad, que se habían sumado al reclamo vecinal, se organizó el día y hora en que se iniciaría una marcha desde el centro de la ciudad de Puerto Madryn hasta el muelle Almte. Storni, tomando en cuenta que ya estaba definido el ingreso de la nave norteamericana.
En la noche del 9 de septiembre de l.984, en una masiva asamblea desarrollada, como decimos en el Gimnasio Municipal, se resolvió comenzar la protesta al día siguiente, es decir el 10, a las 11,00 horas en la plaza principal, y desde allí partir hacia el muelle Storni, tomando en cuenta que las informaciones obtenidas indicaban que esa nave arribaría a media tarde al muelle mineralero de la época.
Contundente marcha
Una multitudinaria marcha tomó por lo que es hoy la Av. Mosconi, rumbo al museo de Ciencias Naturales y Oceanográfico, para luego por Domecq García avanzar rumbo al Storni.
Una cerrada columna marchó a la cabeza, con una gran bandera con consignas que hacían mención al repudio popular de la comunidad madrynense a la flota de EE.UU.
Llegado al acceso del muelle Storni, una columna formada por apenas 10 o 12 efectivos de la Prefectura Naval Argentina, que era la única fuerza federal existente en la ciudad en ese momento, intentó impedir el avance de los vecinos, lo que resulto imposible, ya que en pocos minutos la columna humana había ingresado al viaducto del puerto.
De allí al sitio dos, donde intentaba tomar amarras la nave extranjera fueron escasos minutos, y la gente llegó hasta la punta del muelle, mientras
La nave realizaba intentos de atraque
La gente corrió hasta el sitio sur, donde quitaron las amarras del buque de guerra más cercano y con aerosoles pintaron «Yankees go home», empezaron a entonar el Himno Nacional Argentino y hasta algunos pretendieron abordar el barco. Cuando los norteamericanos vieron que la marea humana era incontenible, a toda máquina iniciaron la marcha hacia popa y en un segundo estaban a más de 200 metros del muelle.
Después de huir, recalaron en la zona de Bahía Cracker donde fondearon la nave. Para quienes vivieron la pueblada histórica, el «Madrynazo» tuvo varios significados, todos relacionados con Malvinas e incentivados por el recuerdo de una guerra que aún latía con fuerza en el sentir madrynense, donde se acompañó intensamente a los soldados que lucharon por defender la soberanía de un territorio que nos pertenece desde siempre.
El 10 de septiembre de 1984, el pueblo de Madryn repudió a Estados Unidos, por haber ayudado a Inglaterra en la Guerra de Malvinas, quizás en los corazones de aquellos que participaron de la pueblada, la huida de la flota yankee del Muelle Almirante Storni, representó al menos una pequeña victoria, aquella que no pudo ser en las Islas.