El juez de distrito Carl Nichols emitió una orden judicial temporal para suspender el veto del Gobierno de Donald Trump a pedido de TikTok. La medida de la Casa Blanca califica de amenaza para la seguridad nacional a la red social, alegando que su matriz china espía en favor del Gobierno chino.
La opinión del juez no se comunicó, por lo que se desconocen los fundamentos de la decisión, que se implementó poco antes de que se suspenda a la plataforma. El gobierno de Trump buscaba prohibir nuevas descargas de la aplicación a partir de la medianoche del domingo, y que los actuales usuarios estadounidenses tuvieran acceso únicamente hasta el 12 de noviembre.
El juez rechazó la petición de TikTok de suspender la prohibición del 12 de noviembre.
La decisión representa una victoria temporal para TikTok, que tiene 100 millones de usuarios en Estados Unidos. Pero el tribunal aún tiene que considerar los argumentos legales sobre si la red social debe permanecer disponible para los estadounidenses.
La plataforma alegó que un bloqueo de las descargas, incluso temporal, le causaría un daño irreparable al impedir su crecimiento y perjudicar su reputación comercial.
En una audiencia telefónica poco usual, el juez Nichols escuchó ayer a los abogados de TikTok, propiedad de la empresa china ByteDance, argumentar sobre la libertad de expresión y la seguridad nacional.
Para el abogado John Hall, una prohibición sería “punitiva” y cerraría un foro público utilizado por decenas de millones de estadounidenses.
En un documento presentado antes de la audiencia, los abogados de TikTok dijeron que la prohibición era “arbitraria y caprichosa” y que “socavaría la seguridad de los datos” al bloquear las actualizaciones y correcciones de la aplicación utilizada por unos 100 millones de estadounidenses.
La empresa también dijo que la prohibición era innecesaria porque ya se estaban llevando a cabo negociaciones para reestructurar la propiedad de TikTok a fin de abordar las cuestiones de seguridad nacional planteadas por el Gobierno.
Los abogados gubernamentales argumentaron que el presidente Trump tiene derecho a tomar medidas de seguridad nacional, y dijeron que la prohibición era necesaria debido a los vínculos de TikTok con el Gobierno chino a través de ByteDance.
Un informe del Gobierno calificó a ByteDance de “vocero” del Partido Comunista Chino, argumentando que estaba “comprometido a promover la agenda y los mensajes” del partido.
Un vocero de la Cancillería china, Wang Wenbin, le pidió a Washington que brinde un entorno empresarial “justo” y “no discriminatorio” en Estados Unidos y criticó “la intimidación” contra sus empresas.
De esta manera, TikTok se convirtió en el nuevo símbolo de la batalla entre Estados Unidos y China por el dominio del sector de la tecnología.
A principios de agosto Trump había firmado un decreto para obligar a ByteDance a vender la plataforma a una empresa estadounidense, argumentando -sin pruebas- una supuesta amenaza contra la “seguridad nacional”.
Según el mandatario, TikTok espía para China a través de la recolección de datos de los usuarios. Trump también alega amenazas a la seguridad nacional para prohibir la popular aplicación china WeChat, una decisión que fue suspendida en un caso judicial separado en el estado de California.