Los gritos, las interrupciones y los momentos de caos del primer debate presidencial sacudían este miércoles a Estados Unidos: el presidente y el candidato a la reelección, Donald Trump, lo calificó de «divertido», su rival demócrata, Joe Biden, lo acusó de ser «una vergüenza nacional» y la comisión reguladora prometió que el próximo encuentro será «más ordenado».
«Quizás no debería decir esto, pero el presidente de Estados Unidos se condujo de una forma que creo que fue una vergüenza nacional», aseguró el exvicepresidente y actual candidato opositor durante un acto de campaña en Alliance, Ohio, uno de los estados clave para la elección presidencial, donde la pelea está más ajustada, según las últimas encuestas.
«No sólo me atacó a mí y a mi familia. También atacó al moderador», agregó Biden, quien anoche solo perdió su tradicional calma cuando tuvo que defender a su hijo recuperado de una adicción.
El debate fue tenso de principio y a fin, y Trump sistemáticamente interrumpió a su rival, logrando que pierda su hilo de pensamiento más de una vez, y al moderador, el veterano periodista del canal Fox News, Chis Wallace, con quien se cruzó varias veces en discusiones.
«El debate de ayer hizo evidente que debería agregarse más estructura al formato de los debates restantes para asegurar una discusión más ordenada de los temas», reconoció este miércoles en un comunicado la comisión independiente que organiza y regula los debates presidenciales en Estados Unidos.