El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, volvió a ser centro de polémica por una frase homofóbica. El martes, en referencia a la lucha contra la pandemia de coronavirus, el mandatario dijo que es necesario “enfrentarla con coraje” y que Brasil debe dejar de ser “un país de maricas”.
Durante el evento de relanzamiento del turismo, llevado a cabo en el Palacio del Planalto, el presidente del país vecino sostuvo que la enfermedad fue “sobredimensionada” y criticó a quienes comenzaron a asustar a la gente con la posibilidad de una segunda ola.
«Ahora todo es la pandemia. Lo siento por los muertos, lo siento. Todos vamos a morir un día, aquí todos moriremos algún día. De nada sirve huir de esto, de la realidad. Tenemos que dejar de ser un país de maricas”, expresó en su discurso.
Bolsonaro celebró además la suspensión de los exámenes con la vacuna china en San Pablo determinada por la Agencia Sanitaria federal, lo que causó críticas del gobierno paulista que sospecha de “politización” del caso.
La Agencia Nacional de Vigiliancia Sanitaria (Anvisa) interrumpió las pruebas con la vacuna CoronaVac a causa de la muerte de uno de los cerca de 10 mil voluntarios. Sin embargo, según la prensa brasileña, se trató de un suicidio.
El mandatario anunció semanas atrás que no comprará esa vacuna Coronavac y acusó al gobernador Joao Doria, de ser un “dictador” por defender el fármaco chino y la inmunización obligatoria. “Muerte, invalidez, anomalía, ésta es la vacuna respaldada por Doria», apuntó el jefe de Estado en sus redes sociales.