El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, se quejó este lunes de «obstáculos» al proceso de transferencia de poder por parte del Gobierno del mandatario saliente, Donald Trump, y en concreto de sus designados en cargos del Pentágono y la Oficina de Gestión y Presupuesto.
«Nos hemos enfrentado a obstáculos por parte de los líderes políticos del Departamento de Defensa y de la Oficina de Gestión y Presupuesto. Y la verdad es que muchas agencias que son vitales para nuestra seguridad han sufrido un daño enorme, muchas de ellas han sido vaciadas de personal y de moral», lamentó Biden un discurso desde Wilmington (Delaware), donde reside.
«Justo ahora -siguió-, no estamos obteniendo toda la información que necesitamos de la Administración saliente en áreas claves de seguridad nacional». «No es nada menos, bajo mi punto de vista, que irresponsable», aseguró el demócrata.
Biden destacó que su equipo necesita formarse una idea completa de las operaciones del país para disuadir a sus enemigos y de sus posiciones de fuerza.
«Necesitamos una visibilidad total del plan de presupuesto en marcha en el Departamento de Defensa y otras agencias para evitar cualquier atisbo de confusión o retrasos que nuestros adversarios puedan explotar», avisó.
A menos de un mes de ser investido como presidente el próximo 20 de enero, Biden afirmó que, pese a estos problemas, la mayoría de las agencias gubernamentales han mostrado una cooperación «ejemplar» con su equipo de transición y alabó la disposición mostrada por los profesionales de carrera en esas instituciones frente a los nombramientos políticos.
«Resistencia» en Defensa
El pasado 18 de diciembre, el secretario de Defensa en funciones, Chris Miller, anunció una suspensión de las reuniones con el equipo de Biden hasta después del 1 de enero, que desde el entorno del demócrata denunciaron como una decisión que se enmarca en la «resistencia» de algunos sectores a la transición.
Trump aún no ha reconocido su derrota frente a Biden en las elecciones del 3 de noviembre, y tardó varios días en dar luz verde para que se iniciara el proceso de transferencia de poder.
A comienzos de diciembre, la Casa Blanca destituyó a nueve miembros del Consejo Comercial de Defensa del Pentágono, de carácter consultivo, para colocar en él a aliados de Trump, informó en ese entonces el medio Politico.
El 9 de noviembre, Trump despidió de manera fulminante al secretario de Defensa, Mark Esper, quien el verano pasado se opuso a enviar unidades militares para sofocar los disturbios raciales, y colocó en su lugar a Miller.
Tras esa decisión, la cúpula civil del Pentágono dimitió y la Casa Blanca aprovechó su marcha para colocar a tres de sus aliados en los puestos de secretario de Defensa para Política, subsecretario de Defensa para Inteligencia y Seguridad y jefe de Gabinete de la Secretaría de Defensa.