La llegada al poder de Joe Biden trae consigo cambios muy esperados. Muchos anticipan que la nueva Administración reconsiderará el régimen de sanciones contra Caracas y que la economía de la república bolivariana prosperará. ¿Sería posible restaurar la antigua gloria de la economía de Venezuela ahora que Joe Biden es el presidente de EEUU?
El Gobierno de Nicolás Maduro guarda mayores esperanzas en cuanto a las futuras políticas de Joe Biden. El mandatario venezolano incluso declaró estar dispuesto a «pasar la página» y establecer «un nuevo camino» con el nuevo Gobierno de Joe Biden. Las condiciones de Maduro son simples: las relaciones tendrían que basarse en «el respeto mutuo, el diálogo, la comunicación y el entendimiento».
El mismísimo Joe Biden dijo durante su campaña presidencial de 2020 que él perseguiría una política diferente respecto a Venezuela en comparación con el enfoque duro de la Administración Trump. Pese a esa retórica bastante amigable, Biden reafirmó que Estados Unidos sigue apoyando a Juan Guaidó.
Por ahora, el nuevo presidente de EEUU no baraja la posibilidad de reunirse personalmente con Maduro. El apoyo a Guaidó por parte de EEUU hace que la cita entre Biden y Maduro parezca improbable a corto plazo.
Sin embargo, se prevé que Biden cambie su enfoque en cuanto al levantamiento de las sanciones impuestas contra Venezuela, lo que refleja la actitud más diplomática y pragmática del nuevo líder norteamericano hacia la república bolivariana y su Gobierno actual.
La razón detrás del deseo del nuevo Gobierno de EEUU de alterar el enfoque hacia Venezuela tiene que ver directamente con el fracaso de la política de la Administración Trump hacia el país latinoamericano.
La alianza parlamentaria liderada por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) obtuvo una victoria abrumadora en las elecciones que se celebraron el 6 de diciembre de 2020. Ahora, el Gran Polo Patriótico Simón Bolívar cuenta con 253 de los 277 escaños en la Asamblea Nacional. Además, el chavismo goza del apoyo de tres parlamentarios indígenas.
Tras los recientes comicios, Juan Guiadó solo se quedó con cargos imaginarios, ya que dejó de ser el presidente de la Asamblea Nacional venezolana.
El Gobierno de Nicolás Maduro no solo logró sobrevivir el régimen de sanciones introducido por Trump, sino que también consiguió hacer ciertos avances, sobre todo, políticos. Pero tampoco se olvida de la economía. Actualmente, las autoridades venezolanas crean condiciones favorables para las inversiones extranjeras, lo que tiene un efecto saludable sobre la economía de la república.
Todo esto se da en el contexto de concesiones que hace el Gobierno de Maduro esperando en respuesta una política más astuta por parte de Joe Biden en relación a Venezuela. Hay indicios de que la política norteamericana respecto a ese país cambie de manera drástica, puesto que la nueva Administración entiende qué tan fallida fue la actitud de Trump hacia Caracas.
Viendo que Maduro logró consolidar el poder en Venezuela y superar en cierta medida la crisis política, las autoridades de EEUU llegan a la conclusión de que sería más lógico no tratar de derrocar al presidente legítimo de ese país, sino que tratar de encontrar puntos en común y empezar a cooperar.
El futuro de la independencia petrolera de Venezuela
Todavía hay esperanza de que Estados Unidos cambie su enfoque respecto a Venezuela con la llegada de la actual Administración y hay varias razones para pensar así. Una de las principales tiene que ver con el fracaso de la política del bloqueo, sanciones y de amenazas de una intervención militar contra Venezuela, declaró en diálogo con Sputnik el analista internacional venezolano Basem Tajeldine.
La esperanza de Estados Unidos «por sus lacayos» y «servidores en Venezuela» y, en particular, por Juan Guaidó también fracasó. Según el entrevistado, este último pierde cada día su respaldo: por ejemplo, Bruselas recientemente dejó de reconocer a Guaidó como el presidente interino de Venezuela.
La actual Administración de Estados Unidos plantea revisar toda la política exterior. Planea reconstruir su alianza con la Unión Europea que se vio duramente afectada por la política de Trump. Muchas empresas de la UE que hacían sus negocios en Venezuela han perdido mucho a causa de las sanciones unilaterales de Washington.
En otras palabras, «los aliados de Estados Unidos se ven amenazados por los propios Estados Unidos», subrayó Tajeldine.
Cualquier empresa europea que busque vender repuestos de la industria petrolera a Venezuela no es capaz de llevar a cabo estos planes porque teme a las sanciones de Washington. A menudo, las compañías europeas se convierten en víctimas de esta política económica de EEUU. Incluso la ONU reconoció que estas sanciones extraterritoriales son ilegítimas porque violan el derecho internacional.
«La Administración de Biden no es menos imperialista, pero está más inclinada hacia la diplomacia. Tratará de jugar en la diplomacia y revisará las sanciones impuestas por la Administración Trump», puso de relieve el analista.
De hecho, las nuevas autoridades estadounidenses ya dieron los primeros pasos: aliviaron el régimen de sanciones contra la industria petrolera y permitieron a las empresas norteamericanas vender productos a las empresas petroleras venezolanas. Hoy ya hay posibilidades de cambio de las que Venezuela podría sacar ventaja.
«La nueva Administración jugará a base de la realidad», concluyó Tajeldin