Tras el fuego devastador que arrasó con más de 200 viviendas en la comarca andina el martes, dos vecinos brindaron un crudo relato tras perder sus casas, animales y pertenencias. «Desapareció todo el barrio», expresó uno de ellos, quien sufrió quemaduras en los pies, los brazos, las piernas, la cara, sufrió un esguince en los dos tobillos, tiene la planta de los pies en carne viva y se fracturó una pierna. Otro damnificado contó que tuvo que salir en medio de las llamas y se tiró a la piscina de un complejo de cabañas para tratar de enfriarse.
Gonzalo y Pablo perdieron todo en el incendio que azotó a la cordillera entre el martes y el miércoles. En las últimas horas relataron cómo vivieron esos momentos en los que el fuego llegaba hasta sus casas.
«Desapareció toda mi casa, mis perros, mis gatos, mis animales, todo lo que me costó tantos años conseguir con tanto esfuerzo; perdí todo, igual que todos mis vecinos, desapareció todo el barrio», expresó Gonzalo.
«Fue todo muy rápido. Yo recién llegaba a mi casa, me di vuelta cuando escuché una detonación enorme y vi que las casas estaban explotando por el aire», agregó.
Aseguró que lo único que atinó a hacer «es avisar rápido a mi mujer y a mis hijos; ellos salieron y yo agarré el celular y la billetera. Cuando quise sacar la perra, los animales se prendieron fuego delante mío», contó invadido por el dolor.
Según detalló EQS Notas, el vecino se quemó los pies, los brazos, las piernas, la cara, sufrió un esguince en los dos tobillos, tiene la planta de los pies en carne viva y se fracturó una pierna.
«Los primeros 150 metros antes de llegar a la ruta pensé que no íbamos a sobrevivir; pensé que no iba a tener fuerzas para salir», añadió y aseguró: «Esto es una desgracia, quedamos devastados, no tenemos nada».
En tanto, Pablo, aún shockeado por las imágenes del fuego arrasador en el barrio, contó que debió escapar entre medio de las llamas. «No puedo seguir hablando; es muy fuerte todo esto. A cinco metros no tenía visibilidad, perdí la vista», recordó.
Relató además que durante su escape del fuego, se tiró a la piscina de un complejo de cabañas para tratar de enfriarse.