El embajador de Rusia en Estados Unidos aterrizó este domingo en Moscú tras ser llamado a consultas para revisar la relación con Washington luego de que el presidente Joe Biden fuera consultado si su par ruso Vladimir Putin era un asesino y respondiera que «sí».
Putin respondió insinuando que el asesino era Biden y enrostrando a Estados Unidos su pasado y presente de violencia, incluyendo los bombardeos atómicos sobre Japón, las masacres de pueblos originarios y la esclavitud.
Este cruce de reproches dañó todavía más unas ya tensas relaciones entre Moscú y Washington por las acusaciones de injerencia electoral y la decisión de las autoridades rusas de encarcelar al opositor Alexey Navalny.
El embajador ruso en Estados Unidos, Anatoli Antonov, aterrizó en el aeropuerto moscovita Sheremetievo por la mañana, informaron las agencias de noticias rusas Tass y Sputnik, tras ser llamado a consultas.
Antes de despegar de Nueva York, el diplomático dijo a las agencias que estaría en Moscú «el tiempo necesario» y que tenía previstas varias reuniones.
«La parte rusa siempre ha subrayado que estamos interesados en el desarrollo de las relaciones ruso-estadounidenses en la misma medida en que nuestros pares de Estados Unidos lo están», dijo Antonov, según TASS.
La última vez que Moscú llamó a consultas a un embajador en Estados Unidos fue en 1998 por una campaña de bombardeos occidentales en Irak.
Biden hizo su polémica declaración la semana pasada durante una entrevista con la cadena ABC.
La entrevista tuvo lugar luego de que la inteligencia de Estados Unidos desclasificara un informe en el que afirma que Putin autorizó operaciones para ayudar a Donald Trump a derrotar a Biden en las elecciones de noviembre de 2016.
Putin «pagará un precio» por haber hecho eso, dijo Biden.