Las criptomonedas continúan generando controversia en el mundo financiero. La semana pasada hubo un debate interesante entre dos grandes bancos norteamericanos que publicaron informes antagónicos sobre la tecnología del bitcoin y su impacto global.
El Citi Group se mostró optimista sobre el futuro de las monedas digitales. El Bank of America lanzó en cambio una crítica lapidaria contra estas innovaciones. Ambos estudios coincidieron en algo: las finanzas descentralizadas acechan el reinado de las bolsas de valores.
El reporte del Citi fue elaborado por Omid Malekan y plantea que el bitcoin se encuentra en un punto de inflexión. Precisa que la idea de reemplazar sistemas tradicionales –gracias a la descentralización y la criptografía- parecía hasta hace pocos años imposibles de imaginar y sin embargo ahora las resistencias comenzaron a ceder.
El documento apunta que el ingreso de grandes inversores institucionales junto a empresas de tamaño global marca el cambio de percepción y la configuración de una nueva economía digital.
La investigación se cierra elegantemente con una frase del filósofo alemán Schopenhauer: “Toda verdad pasa por tres etapas. Primero es ridiculizada. Luego se genera una oposición violenta. Por último se la acepta como algo evidente. La percepción de la criptomoneda se ajusta a esta respuesta tan humana a los cambios”.
La interpretación del bitcoin presentada en el informe del Bank of America –lejos del optimismo con esta tecnología- se encuentra en el otro extremo. Se trata de un documento que se concentra en los puntos débiles de la moneda digital. Critica el uso excesivo de energía y la volatilidad de los precios y los considera la punta del iceberg de los problemas.
El informe que lleva el nombre de “Bitcoin’s Dirty Little Secrets» (los secretos oscuros del bitcoin) marca el exceso de concentración. Dice que el 95 por ciento de las monedas están en manos del 2 por ciento de las cuentas. El fideicomiso de Grayscale (GBTC) es uno de los fondos de inversión con más tenencias al registrar montos superiores a los 30 mil millones de dólares.
La investigación de Bank of America no obstante coincide en un punto con la del Citi. La blockchain y los contratos inteligentes pueden terminar eliminando a los intermediarios en actividades como la compra y venta de activos. El punto excede a las criptomonedas. En otras palabras: las bolsas de valores dejarían de tener utilidad por el avance de la tecnología.
Las propuestas para descentralizar las finanzas se conocen como proyectos DeFi en la jerga del ecosistema cripto. Los principales desarrollos se hacen aprovechando las innovaciones en la red de Ethereum y permiten hacer intercambios (compras o ventas de activos) de forma cada vez más sencilla sin necesidad de un tercero que asegura y autoriza la operación (o sea las bolsas).
Entre las propuestas más atractivas de este segmento de finanzas descentralizadas se encuentra el proyecto de código abierto llamado Uniswap. El sistema permite comprar o vender monedas de ethereum a cambio de monedas digitales vinculas al dólar (monedas estables) sin tener un custodio de activos ni un libro de órdenes que se emplean en los mercados de valores tradicionales.
Para tener una dimensión del crecimiento de este tipo de propuestas alcanzan unos pocos números: la liquidez que maneja Uniswap asciende a los 5000 millones de dólares. La plataforma de intercambio descentralizado no llegaba a los 500 millones a fines de agosto de 2020. Subió más de diez veces en ocho meses. El volumen operado por día muestra una tendencia similar. La programación y la lógica necesaria para que funcione Uniswap no es de las más sencillas pero tampoco resulta inabordable.
En la página web del proyecto figuran cada uno de los puntos importantes utilizados para asegurar la liquidez en los intercambios sin necesidad de recurrir a los hacedores de mercado convencionales. En Binance Academy puede leerse una introducción simple y precisa de las reglas del sistema.