Un tribunal de Bolivia ha decidido este sábado ampliar de cuatro a seis meses la detención preventiva de la expresidenta de facto Jeanine Áñez y sus dos exministros, Álvaro Coímbra y Rodrigo Guzmán, que están siendo investigados por cargos de terrorismo, sedición y conspiración. La solicitud corrió a cargo de la Procuraduría General del Estado, la Fiscalía y el Ministerio de Gobierno.
La defensa de Áñez había solicitado una audiencia de apelación para tratar de revocar la orden de detención preventiva. Sin embargo, la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz determinó mantener la orden y ampliar el tiempo de detención debido a los riesgos procesales que, según argumentó el juez, no fueron desvirtuados por los imputados.
«Se confirma la parte dispositiva de la detención preventiva de los tres coimputados que se había señalado primigeniamente de cuatro meses» y «se determina seis meses de investigación en esa condición de detenido preventivo», confirmó el vocal de la Sala Penal Segunda, Willi Vargas. El juez indicó también que en caso de Áñez existe «riesgo de fuga», y recordó que la acusada evadió a la Policía cuando fueron a aprehenderla.
El representante de la Procuraduría, Miguel Velasco, argumentó en su exposición que los acusados deben permanecer encarcelados por más tiempo, ya que los cuatro meses son insuficientes para la investigación.
Traslado sorpresa a otra cárcel
La madrugada de este sábado, la expresidenta de facto fue trasladada de forma inesperada a la cárcel de máxima seguridad de Miraflores del centro de detención femenina de Obrajes, informaron medios locales.
Poco antes la Procuraduría General del Estado había rechazado la decisión judicial que autorizaba el traslado «inmediato» de Áñez a una clínica de la Paz para que sea atendida por un cuadro de hipertensión.
La semana pasada, la Justicia boliviana ordenó la prisión preventiva de Áñez por cuatro meses bajo los cargos de «terrorismo, sedición y conspiración». El arresto se produjo el sábado pasado, cuando la Policía la encontró escondida dentro de un somier, en una casa de sus familiares, en la ciudad de Trinidad, de donde fue trasladada al penal de mujeres de Obrajes.
También fueron detenidos varios de sus exministros, por su presunta participación en el golpe de Estado contra Evo Morales, ocurrido en noviembre de 2019.