Varios ejemplares encontrados a unos 200 kilómetros de al oeste de la ciudad de Trelew permitieron revelar las profundas diferencias entre machos y hembras del Kawanectes lafquenianum, un reptil marino de 70 millones de años de antigüedad.
Lo confirmó un investigador de paleontología de vertebrados del Museo de La Plata y del Conicet. Se trata del del Kawanectes lafquenianum, un reptil marino del grupo de los plesiosaurios que vivió a fines de la era cretácica.
El hallazgo del ejemplar más completo de la especie Kawanectes lafquenianum permitió revelar la existencia de diferencias corporales entre las hembras y los machos, comparando este espécimen con otros ejemplares encontrados en las provincias de Río Negro y Chubut en los últimos años, explicó José Patricio O’Gorman, investigador de Paleontología de Vertebrados del Museo de La Plata y del Conicet.
“Se encontraron varios ejemplares de Kawanectes lafquenianum en los últimos años en Río Negro y Chubut y, conforme aparecían nuevos ejemplares, se empezó a observar que había diferencias muy llamativas en las proporciones corporales”, precisó O’Gorman, que lideró la investigación, a la Agencia CTyS-Unlam.
Los elasmosáuridos fueron un grupo de plesiosaurios que se irradiaron por los mares de todo el mundo antes de la gran extinción que ocurrió hace 65 millones de años.
De este elasmosáurido, que en vida habría superado los cuatro metros de largo, se encontró parte de su cráneo, cuello, tronco, pelvis, de sus miembros anteriores y posteriores, y su cola completa.
“Había unas diferencias entre los especímenes que no terminaban de ser comprensibles, por lo que la investigación se enfocó en tratar de encontrar la posible explicación a estas diferencias y la conclusión es que se podía tratar de dimorfismo sexual”, agregó el autor del estudio.
El dimorfismo sexual es un fenómeno bastante común dentro de los vertebrados, es decir, que hembras y machos de la misma especie tengan caracteres diferentes.
“En el caso de Kawanectes lafquenianum, se observan tanto diferencias de tamaño como en las proporciones de los miembros anteriores y posteriores”, aseveró O’Gorman, y agregó que “estos animales medían entre tres y cuatro metros, y las hembras eran más grandes que los machos”.