Preocupada por no perder el quorum en el Senado de la Nación, Cristina Kirchner ordenó gestiones con el gobernador de Chubut, Mariano Arcioni, para que baje su lista de candidatos en las elecciones generales del 14 de noviembre y evitar así perder más bancas en la Cámara alta. Así lo confirmaron a LA NACION fuentes del gobierno provincial.
El 12 de septiembre pasado, la oposición dio la sorpresa y ganó las PASO. Juntos por el Cambio sumó como fuerza el 37% de los votos, mientras que el Frente de Todos quedó en segundo lugar, con alrededor del 27%. Como tercera fuerza y alcanzando el 13% de los sufragios se ubicó “Chubut Primero”, la lista del gobernador Arcioni y encabezada por el ministro de Seguridad de Chubut, Federico Massoni, como candidato a senador. Massoni tuvo cruces y diferencias por Sabina Frederic por la toma ilegal de tierras en la cordillera y promete ahora un giro en su campaña.
Si se mantuviera este escenario en noviembre, el kirchnerismo perdería dos de las tres bancas que hasta hoy tenía garantizadas por esta provincia. En estos datos radica la preocupación del kirchnerismo.
A pesar de las gestiones del Gobierno, Arcioni se comprometió a mantener en pie la lista propia, con Massoni a la cabeza. Prometió recién para después de las elecciones de noviembre cambios en el gabinete. Según fuentes cercanas al gobernador, la Casa Rosada le habría pedido bajar su lista a cambio de más fondos para la provincia.
La gestión de Arcioni en Chubut siempre estuvo bajo la lupa. Respaldado por Sergio Massa, el gobernador sorteó ya diferentes crisis. La provincia, jaqueada por los vencimientos de deuda que generan un déficit mensual que supera los $1600 millones mensuales, soporta desde hace al menos dos años protestas de los gremios estatales por el retraso en el pago de los sueldos.
Incidentes en la última visita de Alberto
El año pasado, presionado por la necesidad de conseguir más recursos, Arcioni intentó avanzar con su plan de desarrollo de la minería en la provincia. Contó inicialmente con el apoyo de Alberto Fernández. Pero la relación con la Casa Rosada se terminó de tensar cuando en marzo pasado, la comitiva presidencial fue atacada con piedras en una visita a Lago Pueblo, una de las zonas afectadas por los incendios. Después de ese incidente, en el Gobierno tomaron distancia de Arcioni y lo responsabilizaron directamente por el episodio.
“No estaba prevista la presencia del gobernador Arcioni. Sabíamos que eso iba a generar malestar y enojo debido a la gran cantidad de problemas sin solución que acumula la provincia”, escribió por entonces Eduardo “Wado” de Pedro, ministro del Interior. El ataque a Arcioni se completó con la declaración del PJ local, que también cuestionó al gobernador. El divorcio parece ser definitivo, tanto que desde la Casa Rosada piensan en un armado desde el kirchnerismo para desbancarlo en 2023, una iniciativa que explica los reiterados viajes del joven asesor presidencial Julián Leunda a la provincia y sus encuentros con intendentes y dirigentes del kirchnerismo en esa provincia. Ahora, el Gobierno negocia que baje su lista para no perder una banca en el Senado.