Río de Janeiro, la segunda ciudad más grande de Brasil detrás de San Pablo, comenzó a exigir hoy el pase sanitario del coronavirus para acceder a sus icónicos puntos turísticos, así como a otros centros deportivos, cines, teatros y salas de concierto.
Los certificados de vacunación emitidos en el extranjero también son aceptados.
El certificado, que no es solicitado en bares ni restaurantes, debía entrar en vigor el 1 de septiembre pero el alcalde de la ciudad, Eduardo Paes, lo aplazó 15 días hasta que se resolvieran unos problemas técnicos en la aplicación para emitirlo.
Al pie del Pan de Azúcar, la fila, que avanzaba fluidamente para acceder a su popular teleférico, contaba en su mayoría con visitantes que ya tenían en mano su carnet de vacunación contra el coronavirus o en su celular un certificado de inmunización, informó la agencia de noticias AFP.
“Me parece excelente, porque así se asegura a uno de que toda la gente que comparte una zona turística esté vacunado”, expresó Rodrigo Campos, un turista chileno de 38 años que visitaba el famoso cerro.
“Es una buena estrategia, en Chile funcionó. La gente empezó a vacunarse cuando pidieron el comprobante” sanitario, comparó.
Además, se prevé que esta noche el estadio Maracaná reciba a unos 20.000 espectadores con pasaporte para el partido de cuartos de final de la Copa Brasil, entre Flamengo y Gremio, en un “evento test” que busca evaluar la posibilidad del regreso del público a los recintos deportivos.
Sin embargo, el evento puede suspenderse con una decisión judicial debido a que el Gremio presentó un recurso en el que argumenta que se incumpliría con la equidad deportiva: en el partido de ida en Porto Alegre, el club jugó a puerta cerrada.
El martes pasado, Paes manifestó que el “pasaporte” es “importante para que la ciudad vuelva a la normalidad” y remarcó: “Debemos crear dificultades para los que no quieren vacunarse”.
El pase entró en vigor el 1 de septiembre en San Pablo, una de las ciudades que tuvo mayor incidencia de contagios y muertes.
El estado de Rio de Janeiro, por su parte, totaliza cerca de 30.000 muertes por coronavirus, con una tasa de mortalidad muy elevada, de 439 por 100.000 habitantes, muy superior a la media nacional, que es de 280.
A nivel nacional, Brasil, supera los 21 millones de casos de la Covid-19 y el segundo con más decesos por la enfermedad detrás de Estados Unidos, con 580.000.