Así se desprende de un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) que comparó la evolución del valor minorista de la indumentaria en 42 países.
La inflación sigue siendo un flagelo para la sociedad argentina que los distintos gobiernos no han podido contrarrestar en los últimos años y que sigue golpeando los bolsillos. En los últimos doce meses ya supera el 52%, según el Indec. En ese marco, el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) dio a conocer un informe que indica que la Argentina es el país donde más creció el precio relativo de las prendas de vestir y calzado entre septiembre 2017 y septiembre 2021, publica Infobae.
Del estudio realizado entre 42 países del mundo, se concluyó que en la Argentina el precio relativo de las prendas de vestir y calzado creció un 7,8% entre septiembre de 2017 y septiembre de 2021, registrando el mayor incremento de la muestra. Por precio relativo, se entiende el de las prendas de vestir y calzado dividido el nivel general de precios.
En ese sentido, solo la Argentina y Japón (0,7%) mostraron una suba del precio relativo de prendas de vestir y calzado, según IARAF. Mientras que en los 40 países restantes esos bienes se abarataron respecto al nivel general de precios.
Entre los países de menor caída de precio relativo figuran Suiza (-0,8%), India (-0,9%) y España (-1,8%). En el otro extremo, Turquía registró una baja del precio relativo de Prendas de Vestir y Calzado del 24,0%. El lote de los 5 países de mayor caída de precio se completa con Chile (-18,2%), Polonia (-17,5%), Noruega (-16,1%) e Israel (-15,6%).
De acuerdo al IARAF, la Argentina tuvo una reducción hasta septiembre de 2019 (-12,7% entre septiembre 2017 y septiembre 2019). Luego empezó una tendencia creciente, alcanzando un precio relativo máximo al final del periodo considerado (con una suba de 23,5% entre septiembre 2019 y septiembre 2021).
“Teniendo en cuenta que en Argentina el salario tuvo una evolución nominal inferior a la del nivel general de precios, puede afirmarse que perdió aún más poder adquisitivo en materia de prendas de vestir y calzado. Es decir, que hubo un empobrecimiento de quienes tuvieron una evolución de ingresos inferior al nivel general de precios, en materia de prendas de vestir y calzado”, destacó el informe.
Solo Argentina y Japón (0,7%) mostraron una suba del precio relativo de prendas de vestir y calzado, según IARAF. Mientras que en los 40 países restantes esos bienes se abarataron respecto al nivel general de precios
Cabe destacar que el crecimiento de un precio relativo implica que se requieren cada vez más unidades de otros bienes para seguir comprando la misma unidad de ese bien. “Cuando se contrasta con el salario nominal, significa que cada vez hay que destinar una mayor porción del salario para adquirir la misma canasta de prendas de vestir y calzado que antes”, afirmó IARAF.
El estudio incluyó todo tipo de prendas de vestir y materiales textiles como telas e hilados, tanto para hombres, mujeres o niños sea tanto ropa interior como exterior. También abarca artículos y accesorios para el vestir como los artículos de marroquinería, artículos para coser y tejer, como así también los gastos en limpieza, reparación o alquiler de ropa.
Y se llevó a cabo en los siguientes países: Turquía, Arabia Saudita, Irlanda, Países Bajos, Lituania, Estonia, Hungría, Grecia, Sudáfrica, Polonia, Israel, Eslovenia, Islandia, Dinamarca, Suecia, Francia, Chile, Luxemburgo, Colombia, República Checa, Portugal, Italia, México, Costa Rica, Rusia, Austria, Noruega, Canadá, Letonia, Estados Unidos, España, Japón, Finlandia, India, Alemania, Brasil, Corea, República Eslovaca, Reino Unido, Bélgica y Suiza.
Según el Índice de Precios al Consumidor (IPC) que mide el Indec, el capítulo de prendas de vestir y calzado subió un 5,1% en octubre y acumula en los últimos 12 meses un alza de 62,2%, lo que lo posiciona como el que más aumentó de los 13 segmentos que mide el organismo. En el mismo período, el IPC general se incrementó 52,1%
Cabe destacar que prendas de vestir y calzado es uno de los sectores que no cuenta con una regulación por parte del Gobierno como sí sucede con alimentos o medicamentos, ambos contenidos por acuerdos de precios.