En Esquel, lisa y llanamente se habría suspendido, el horno no estaba para bollos y las calles estaban colmadas de policías marchando.
En Trelew, el ministro de Seguridad tenía pensado realizar su acto de cierre de campaña este jueves a las 18 horas en la calle Mitre 217, pero tuvo que atrasarla por unas horas, debido a que sus infiltrados le pasaron el dato de que a esa hora también iba a marchar una multitud de policías retirados y activos; y así fue, los policías marcharon alrededor de las 18 por toda la zona céntrica.
Según se cuenta, en esta ciudad también corrió riesgo de cancelarse el acto político.
Los organizadores de Massoni, raudamente, tuvieron que avisarle al pequeño grupo de “ruidosos” que iba a asistir, de que NO vayan al horario indicado, modificando toda la agenda política del día. Como consecuencia, cambiaron la hora de asistencia a las 19 horas, pero tampoco comenzó a tiempo.
Registro de ello se pudo percibir en la página “Te banco Massoni”, manejada por empleados obsecuentes suyos, donde tuvieron que modificar el horario pactado.
No obstante, el escenario al igual que los equipos de sonido y de iluminación ya estaban colocados en la intersección de las calles 25 de Mayo y Mitre, pero tuvo que permanecer vacío hasta que las movilizaciones policiales culminen.
Una vez que la multitud hizo ver su reclamo y se alejó de la zona céntrica, todo el equipo del ministro respiró con tranquilidad y dieron inicio al acto que terminó comenzando cerca de las 20 horas y duró unos 20 minutos aproximadamente, frente a un grupo minúsculo de seguidores que no superaba las 150 personas.
¿Por qué duró tan poco? Porque algún malintencionado habría hecho correr el rumor de que se aproximaba otra marcha policial. Como consecuencia, la calva cabeza de Massoni nunca habría transpirado tanto como lo hizo mientras duraba el encuentro.
A las apuradas hablaron los candidatos, se sacaron una selfie en el escenario en la que salió el pequeño grupo de seguidores atrás, con inmensas banderas para tapar el vergonzoso “hueco” al fondo y, posteriormente, levantaron campamento cual fuga de sombrillas en una lluviosa tormenta balnearia.
Al final, las marchas policiales no iban a regresar a las calles y el ministro de Seguridad y su grupo de obsecuentes tuvieron que apurar las cosas en vano.
Los últimos días de campaña de Massoni, nos dejan esta joya digna de contarse en un encuentro entre amigos con una fogata de por medio.
Podríamos decir que la marcha de policías tuvo en parte un efecto positivo, puesto a que lograron arruinarle el día al ministro de Seguridad provocando algo que odia: modificar su agenda en contra de su voluntad.
Según nos cuentan, la tez de piel del ministro cambió a bordó oscuro y se encontraría en estos momentos lanzando un glosario de improperios al aire, obviamente acordándose de cada uno de los policías que marcharon este jueves.