Después de casi medio año, el problema del agua en Yala Laubat no se ha solucionado. Aún no se realizó la nueva perforación y la situación se complejiza porque Lagunita Salada, de donde se estaba llevando agua, también comenzó a sufrir inconvenientes. En El Mirasol se atraviesa una situación similar. Los propios vecinos comenzaron a buscar presupuestos para alquilar por su cuenta una perforadora.
En julio de este año los vecinos de Yala Laubat dieron a conocer la situación que estaban atravesando por la falta de agua, ya que el pozo de 8 metros de donde se extraía se secó producto de la baja de la napa.
Es por ello que se comenzó a reclamar por una nueva perforación, de mayor profundidad, para poder reabastecerse del vital recurso. Si bien en un primer momento desde Servicio Públicos se había indicado que se iba a avanzar en ello, por diferentes roturas de las maquinarias la tarea se pospuso.
En septiembre, las autoridades aseguraron que se iba a realizar una perforación para captar agua y se llegó con la perforadora a la localidad pero a unos pocos días, la maquinaria sufrió una nueva rotura. Desde entonces y a la fecha los vecinos denuncian que la tarea no se finalizó.
En este tiempo Yala Laubat se estuvo abasteciendo de agua con camiones cisternas, que llevaban el líquido desde Lagunita Salada. Sin embargo, en los últimos días desde la aldea de la meseta alertaron por un nuevo agravante a la situación, ya que la napa de Lagunita también ha bajado y por ende el pozo también comenzó a tener dificultad para abastecer.
Además, la cisterna dispuesta en Yala fue reemplazada por otra de menor capacidad ya que la que se encontraba allí fue trasladad a El Mirasol, donde el panorama es similar.
Mientras tanto, los pobladores dieron cuenta de la presencia en la zona de una perforadora privada en una estancia de la zona, lo cual les despierta sospechas.
Sin embargo, los vecinos comenzaron a organizarse para obtener un «presupuesto» para poder contratar de manera particular la perforadora para poder tener una solución a las dificultades de abastecimiento de agua que atraviesan desde mediados julio pasado.
Finalmente, vale señalar que situación no es ajena al panorama general de la Provincia, con la disminución de los cursos de agua producto de haberse registrado menores precipitaciones y nevadas en la temporada invernal, lo que ocasionó que la recarga de las reservas subterráneas fuese menor a lo habitual, lo cual genera precisamente la baja de las napas.
Fuente: El Extremo Sur