Si hay alguien que debería estar preso es este siniestro y delincuencial personaje: Néstor Ángel “El Tero” Gómez Ocampo. Pero, contrariamente, “El Tero” sigue teniendo impunidad porque habría cierto sector de la política que lo protege, vaya uno a saber con qué intereses y ahora son muy fuertes las versiones que hablan de su posible desembarco en el Poder Judicial de Chubut.
Un comisario de oscuro pasado, de vínculos amistosos y sospechosos con un narcotraficante y miembro de la corrupta Jefatura que gobernó hasta el año pasado la policía del Chubut que se sumaría a la Justicia en los próximos meses como colaborador –según se comenta— del recientemente asumido ministro del Superior Tribunal Daniel Esteban Báez.
Si esto se concretara no les llamaría para nada la atención a quienes conocen la relación que existe entre ambos personajes. De hecho los dos deberían haberle explicado a la comunidad qué hacían reuniéndose y comiendo asado con “un narco” madrynense, que terminó siendo condenado a 9 años de prisión por intentar traficar un cargamento de cocaína a España disimulado en cajones con langostinos.
Acá en Chubut, parece que nadie se pregunta cómo un funcionario judicial con este y otros antecedentes pudo llegar a ser ministro de la Corte provincial y cuál es el fenómeno que mantiene al “Tero” Gómez Ocampo libre.