El ocre de las lengas contrasta con el amarillo furioso de los álamos, el verde perenne de los cipreses y las primeras nevadas sobre las cordilleras, mostrando que el otoño es la estación más linda en la región andina.
Para Semana Santa el clima decidió asociarse y promete días soleados y con temperaturas por encima de los 20°, ideales para disfrutar en familia en las playas de Puerto Patriada (lago Epuyén) y El Desemboque (lago Puelo), con múltiples propuestas de aventura, como kayak, pesca, cabalgatas o trekking.
Con 1.200 camas, distribuidas entre complejos de cabañas, hosterías y hostels, El Hoyo es “el corazón de la Comarca Andina” y ofrece la alternativa de alojarse sobre la ruta nacional 40 para recorrer desde allí otros puntos de interés turístico a poca distancia, como el Parque Nacional Lago Puelo, La Trochita en El Maitén, la feria de artesanos de El Bolsón, Puerto Bonito en Epuyén, la cabaña de Butch Cassidy en Cholila y el Parque Nacional Los Alerces.
Claro que el valle con la fama de ser la “Capital nacional de la fruta fina” también tiene sus propios encantos, como el laberinto natural “más grande de Sudamérica”; el parque temático “Arcosauria” (con todos los animales de la Era del Hielo), la “Ruta de los vinos y bodegas” y la laguna de los Buenos Pastos, un lugar especial donde el visitante solo tiene que quedarse en silencio para observar cómo se acercan las aves nativas o ver a una familia de coipos entre los juncos.
El Hoyo ofrece la posibilidad de caminar por sus largos callejones y perderse por las chacras, donde a esta altura del año los lugareños están cosechando manzanas, membrillos, nueces y castañas, haciendo el dulce de mosqueta y recolectando la leña para el invierno. Basta con acercarse a conversar y pronto su calidez y hospitalidad lo harán sentirse “en casa”, donde el tiempo parece detenerse y siempre nacen nuevas amistades.
A la hora de comer, en el mismo pueblo aparece una propuesta variada: hay varios locales gastronómicos con platos gourmet elaborados con las verduras orgánicas recién sacadas de la quinta, carnes de la zona y la repostería tradicional de las abuelas pioneras. Para prolongar la noche, también hay un par de pubs con cervezas artesanales y bandas locales.
Degustación
Como un evento especial para Semana Santa, este viernes 15 y sábado 16 se presenta un festival de degustación de cervezas artesanales, a cargo de 11 productores de la comarca que invitan a un recorrido dentro del gimnasio municipal, donde los asistentes podrán experimentar todos los gustos. La entrada cuesta $ 1.300 en puerta y $ 1.000 anticipadas.
Entre rubias, rojas, negras, frutadas, IPAs o saborizadas, “para saber cuál te gusta más hay que probarlas todas”, aseguran los maestros cerveceros, quienes valoran que la región “ofrece condiciones privilegiadas para su elaboración. Hay muchas variedades, cada una con su estilo”, donde privilegian “el lúpulo de nuestros valles, que tiene un valor fundamental al ser el responsable del aroma, amargor y sabor”, además de “la calidad de agua que baja pura por las vertientes cordilleranas”.