Tiene dos gravísimas denuncias en el Consejo de la Magistratura por las que podría terminar siendo echado del Poder Judicial y continua ejerciendo su función de acusador público como si nada. En cambio, a la jueza de Comodoro Rivadavia Mariel Alejandra Suárez porque “creen” que le dio un beso a un preso la suspendieron, le van a iniciar un sumario y quieren llevarla a un jury para destituirla.
Esto, para el Consejo de la Magistratura de Chubut, ¿será más grave que las denuncias que le hacen a Fernando Rivarola?
Al fiscal que investigó el caso de “la manada” y fue autor de la indignante frase: “fue un desahogo sexual”, para justificar el accionar de los acusados de violar en grupo a una muchacha en playa Unión; le atribuyen ahora haber protegido a un médico forense al que le encontraron material de pornografía infantil y por otro lado maltratar, humillar y discriminar –en claras demostraciones de violencia de genero– a una fiscal que trabajaba bajo sus órdenes en Rawson.
¿Será que a Rivarola lo protege Miquelarena porque es el que le hace “el trabajo sucio”? ¿O habrá una “ley” más benigna para él? ¿Cómo habría que leer o interpretar la actuación del Consejo de la Magistratura en uno y otro caso? Pronto lo sabremos…