Parece mentira que ya ha pasado un año desde aquel procedimiento fatal en el que asesinaron al productor de Las Golondrinas Alejandro “Tino” John (62) y el fiscal todavía está a las vueltas; no se expide sobre la responsabilidad que tuvo en la muerte el “grupo de tareas” que en ese momento le respondía al payasesco ministro de Seguridad Federico Massoni y tampoco ha resuelto la situación del policía que apuntándole a John a la cabeza, lo ejecutó de un solo balazo.
Aquella vez, el GEOP hizo más de 700 kilómetros, de Rawson a la comarca andina, para ir a asesinar a Alejandro “Tino” John. Después, desde la plana mayor de la policía salieron a decir cualquier cosa para tratar de tapar el desastre en que terminó ese procedimiento, hasta el mismo Massoni fue a la Legislatura a intentar justificar lo injustificable.
¿Había necesidad de matarlo? La respuesta a ese interrogante surge casi de manera automática y hasta espontánea. No.
¿Actuó bien el GEOP?
Debería haberse investigado y nunca se hizo.
Las máximas autoridades policiales (en ese entonces los hermanos Gómez y el tristemente célebre “Tero” Gómez) en vez de iniciar un sumario para clarificar lo que pasó, dieron por valedera la versión que les entregaron los mismos involucrados y comenzaron inmediatamente una campaña para desacreditar el testimonio de la mujer del fallecido; la única persona que estuvo ahí y sobrevivió para contar lo ocurrido, porque también podría haber ligado un tiro si la suerte no hubiera estado de su lado.
“Tino” John no era un bandolero que tenía rehenes; padecía problemas psiquiátricos. Y si es cierto que efectuaba disparos con una escopeta hacia cualquier dirección y en contra de la policía, como se dijo, hubieran dejado que se les terminara las balas para lograr –con vida– su detención. Esto pasó en una chacra, no en una ciudad.
Ahora, a ciertos observadores judiciales de distinguida opinión les parece realmente muy extraño (y hasta sospechoso) que se hayan extraviado justamente evidencias; entre filmaciones y fotografías, que hubieran contribuido a clarificar cómo fue el procedimiento que hizo el GEOP aquel 27 de mayo del 2021 en la casa de la víctima. Y también ven como raro que el fiscal del caso todavía no haya dicho si el accionar del policía que mató a “Tino” John fue criminal o no.
No son pocos los que ven en esa señal de que tienen intenciones de archivar las actuaciones; como vendría solicitando el propio Jorge Miquelarena, el procurador de Chubut, de quien se ignora a qué personas estaría protegiendo presionando (desde las sombras) para que el caso John quede en el olvido.