La infraestructura escolar representa uno de los problemas más recurrentes en materia de Educación. La falta de clases regulares en la provincia del Chubut, a su vez, se ha profundizado en los últimos años a raíz de los conflictos gremiales y de la propia pandemia, que suspendió la presencialidad en los establecimientos durante más de un año.
Ahora, las comunidades escolares y principalmente las del interior provincial han alcanzado un nuevo punto de ebullición, tras la reiterada suspensión de clases en diferentes edificios escolares por inconvenientes cuya solución es, en muchos casos, determinante para la continuidad pedagógica de los estudiantes. Uno de los casos más graves es el de la Escuela de Dedicación Especial Nº522 de Las Golondrinas, cuya intermitencia en el dictado de clases ha generado serios problemas en la población estudiantil. Al respecto, el docente de la misma y a la vez padre de un estudiante, Ignacio Albarracín, sostuvo que «la situación está complicada como en todas las instituciones del Estado en Chubut, acá hay al menos 20 que no están dando clase, realmente estamos complicados porque ya venimos arrastrando un deterioro de muchos años» y planteó que «se hace complejo, más en nuestra situación como escuela especial, ya que necesitamos otras características edilicias en materia de seguridad; no podemos trabajar si no hay calefacción, por citar un ejemplo; nuestra institución atiende múltiples discapacidades».
Si bien desde el Gobierno provincial se informó que días pasados se resolvió la reparación del regulador y todo el sistema de calefacción para quedar habilitado el servicio de gas natural, los problemas en la escuela 522, distan de estar resueltos, según revela la comunidad educativa.
No más traslado «puerta a puerta»
«Son casi 50 los chicos que cursan, ya que la matrícula y la asistencia son fluctuantes y dependen de la salud de los chicos, sumándose a esto ahora el tema del transporte: antes lo teníamos garantizado puerta a puerta y ahora esto no está ocurriendo sino con parcialidad. Antes, el Ministerio de Educación se hacía cargo del traslado de los chicos, funcionaba muy bien, pero como ahora eso pasó al área de Transporte, hubo un desfasaje y hay una importante cantidad de chicos, más en los parajes, que directamente no están asistiendo», advirtió Albarracín.
Del propio bolsillo
En el mismo sentido, el profesor citó su propio ejemplo: «Tengo un chico de 10 años que va (a cursar) al pueblo, estamos a 4 kilómetros del mismo y eso me representa un remis de $500 de ida y otros $500 de vuelta, es muy complicado. Ahora, por el tema del temporal de nieve la escuela no estuvo funcionando porque no tenía luz, hubo días de paro y demás, pero de otro modo ahí hay un gasto que las familias no pueden absorber, por lo que terminan no enviando a los chicos», expuso.
De tres calderas, funciona una sola
«Hay chicos que tienen problemas de salud pero también tienen derecho a ser educados, y en este momento eso está vulnerado. La Escuela Especial 522 tiene un diseño muy bueno en cuanto a su arquitectura, hay salones con pisos de madera, pileta climatizada, pero el tema es que fue construida en un mallín y se va enterrando: aparecen grietas, humedad, hongos. Primero hicieron una pileta que se rajó y todavía está ahí, no la han tapado. Hicieron otra que ahora está llena de moho y de hongos porque en la escuela hay tres calderas, de las cuales funciona solamente una, y solamente una porción del establecimiento está calefaccionado, apuntó el docente, agregando que «al no tener mantenimiento, las cosas se van rompiendo, se interrumpen las clases por 15 días, luego vuelve y después se suspenden otra vez, nunca hemos tenido una continuidad».
Los chicos, sin rutina ni continuidad
Por otro lado, Albarracín reflexionó que «los chicos necesitan una rutina, es necesaria para ellos porque algunos, por su tipo de discapacidad mental, les enseñamos habilidades de la vida diaria, desde cocinarse algo hasta higienizarse, cuestiones que tienen que ver con su derecho a aprender; hay muchos de ellos que solamente pueden aprender eso en lugar de cálculo matemático y demás, y la escuela está para eso», sumando a ello que «al no tener rutina o continuidad, cuando vuelven a la escuela es como que hay que empezar de nuevo y termina siendo doloroso para ellos; no es que ellos van a ir a una esquina o juntarse a jugar, ya que en la gran mayoría de los casos, los jóvenes no tienen con quien reunirse salvo en la escuela, por eso esta situación es compleja».
«Dan vergüenza»
«Hay cuestiones técnicas que dan vergüenza cuando vienen y arreglan: hay partes donde hay como tres techos, en lugar de arreglar el que está le ponen tapa arriba y eso no termina funcionando. Y por otra parte hay una cuestión humana: necesitamos que el poder político tome la decisión de arreglar no solamente esta escuela, sino las demás también. Veía un video de Cholila donde se supone que pusieron artefactos nuevos de calefacción y donde todo el mundo está contento, se sacaron fotos, pero resulta que son los mismos y les cambiaron la carcasa. Es una vergüenza porque continúan con ese estilo de solucionar problemas que, en definitiva, es patear para adelante», lamentó el docente y padre de un alumno de diez años.
«No hay palabra»
«Es increíble la cantidad de notas que se presentan continuamente y no hay solución, tampoco hay palabra ya que hay cierto grado de perversión. Nosotros somos docentes y nos manejamos con la palabra y más con estos casos que tienen que ver con la niñez. No puede estar pasando esto. La decisión es política, ya que todo esto implica un grado de cinismo importante porque uno ve que se inauguran jardines y demás, y que hay una protección mediática importante frente a lo que nos pasa; solamente los medios alternativos se hacen eco de esto y nos indigna porque a veces vemos al Gobernador al lado del Presidente (de la Nación) sacándose fotos. La situación no da para más y en el caso de nuestra escuela, es una vergüenza lo que está pasando», señaló Albarracín, quien cerró reflexionando que «la evolución humana tiene que ver con la sensibilidad, y si llegamos hasta acá como sociedad es por ser solidarios».
Más casos similares
Otro testimonio que dio cuenta de la misma situación fue el de Virginia, de El Hoyo y madre de una joven de 17 años «con un discapacidad severa y múltiple, que concurre dos veces por semana a la Escuela 522 de Las Golondrinas a recibir sus estímulos, siendo uno de ellos en la piscina climatizada que tiene el establecimiento», según indicó.
«Cómo parte de la comunidad educativa de la escuela, recurro a los medios para visibilizar el estado de abandono de largo tiempo en el que se encuentra la escuela, agravado luego del temporal. En estos momentos en que se iniciaron las actividades en la mayoría de los establecimientos educativos, la Escuela Especial 522 está fuera de funcionamiento debido a los múltiples desperfectos que hacen imposible recibir a estudiantes que además de su condición, muchos de ellos tienen serios problemas de salud, por lo que no pueden estar expuestos al frío y a malas condiciones edilicias», relató la mujer.
Desatendidos
Con el mismo tenor, la madre de la estudiante consideró que «además de desidia por parte de los funcionarios que deben ocuparse de la infraestructura escolar, hay discriminación ya que esta escuela es sistemáticamente desatendida; en todas las emergencias, siempre es la última en atenderse» y puso en relieve que «se trata de la única escuela especial que atiende las necesidades especiales de estas localidades (El Hoyo, Lago Puelo, Epuyén) a la que asisten niños y jóvenes de diversos parajes quienes han tenido que recurrir a los transportes de discapacidad de los municipios porque para los estudiantes con movilidad reducida no se les ha asignado transporte por parte del Ministerio de Educación provincial».
Abandono
En cuanto a los problemas puntuales del establecimiento, al igual que Ignacio Albarracín, Virginia expuso la situación edilicia: «De las tres calderas que tiene la escuela, solo funciona una que está en el SUM; las otras dos que calefaccionan el resto de las dependencias (aulas, pasillo, Dirección y Secretaría) están fuera de funcionamiento, es decir, marchan los motores pero no expulsan aire caliente. El comedor quedó fuera de funcionamiento también, ya que no enciende ninguno de sus artefactos (dos calefactores, termotanque y cocina), el único horno que prende es el del Taller de Panadería, pero no hay agua en ese espacio. No funciona ninguna de las dos calderas que calefaccionan el agua y el ambiente de la piscina que debería ser climatizada y se pudo usar sólo dos meses. Esto hace que además de quitarle un servicio a los estudiantes, genere humedad en el resto del edificio que está lleno de hongos y con paredes descascaradas. En resumen, el edificio escolar no está apto para habitar ya que no tiene calefacción ni agua caliente, es necesario visibilizar está problemática en el resto de la comunidad y concientizar sobre el abandono de las instituciones educativas que hacen los dirigentes políticos de esta provincia», advirtió la mujer.
Esquel, con Emergencia Edilicia en escuelas
En el mismo contexto, el Concejo Deliberante de Esquel resolvió declarar la Emergencia Edilicia en todas las escuelas locales: «Teniendo en cuenta las dificultades edilicias de diversos edificios escolares de nuestra ciudad y dado los graves sucesos acaecidos que han puesto en riesgo la integridad física de alumnos, docentes y auxiliares de la educación; el Honorable Concejo Deliberante aprobó una Declaración mediante la cual se convoca al Ministro de Educación de la Provincia del Chubut, Sr. José María Grazzini y al Sr. Ministro de Infraestructura, Energía y Planificación, Arq. Gustavo Aguilera; a efectos de informar al Cuerpo Legislativo sobre listados de obras en escuelas, planificación, estado de avance de las mismas y plazo previsto de finalización».
La copia de la resolución legislativa fue remitida al propio Gobernador y a los titulare de las carteras involucradas en la situación, como así también al resto de los concejos deliberantes «de todos los Municipios y Comunas de la Provincia del Chubut».