La diputada cordillerana Zulema Andén criticó en duros términos el otorgamiento de la concesión de La Hoya en Esquel. En diálogo con AzM Radio, explicó que «transmití la inquietud y la preocupación de los cordilleranos de cómo se está explotando y otorgando el servicio respecto de este recurso natural que tenemos; fue grave lo que pasó, cuestionado desde un comienzo cuando se le cedió la explotación del complejo turístico a esta empresa».
En el mismo sentido, la legisladora advirtió que «fue realmente muy preocupante dejar tantos turistas, y eso indudablemente trajo aparejada al precipitación de las reservas, que cayeron por la disconformidad» y planteó que «por comentarios de los vecinos que me han hecho llegar, hay monotributistas, gente en negro, todas las maquinarias que pertenecían a Corfo están totalmente abandonadas; se han hecho modificaciones sin autorización y no se ha controlado absolutamente nada, la empresa hizo algunas inversiones pero no era lo que estaba establecido en el pliego».
«Esto pone al descubierto, con el proyecto que pretende conceder más beneficios a la empresa, la reacción de la gente. Los vecinos de Esquel me entregaron documentación para que la presente, hay fotos donde se ve el deterioro, también se hablaba de una supuesta contaminación por tanques de combustible que estaban perdiendo y se mezclaba con el agua. Y nosotros somos defensores del agua, por lo que ponemos esto a consideración», apuntó Andén, quien pidió «que se controle, porque sino seguimos otorgando beneficios y con este proyecto de ley se buscan ampliar los beneficios para la empresa».
Frente al proyecto presentado por su par en la Legislatura, Pablo Noveau, para ampliar los subsidios a la concesionaria de La Hoya, la diputada recordó que «quedaron varadas personas arriba del cerro y seguían vendiendo pases con el riesgo de una avalancha; el Servicio Meteorológico Nacional había anunciado alerta amarilla por el viento y las precipitaciones, y después del mediodía estaba nevando pero seguían metiendo pases, continuaban viniendo turistas y en el playón de estacionamiento no se podía estacionar; nevó dos horas seguidas y el camino quedó totalmente anegado, por lo que los turistas no sabían para donde ir».