Sin dudas, el mal ejercicio de la medicina es de las conductas más reprochables en la sociedad en razón de lo que está en juego: la salud y la vida de los ciudadanos. Ahora, aquí estaríamos en un panorama mucho más cuestionable, directamente estaríamos hablando de un nulo ejercicio de la medicina.
En la zona andina de la provincia, hace tiempo que se viene desarrollando un problema que parece no tener solución, habida cuenta de la inexistente intromisión estatal en el conflicto, se trata de médicos que no trabajan casi nunca en las guardias y se dedican a cobrar el sueldo, algo así como “médicos ñoquis”.
Los hospitales se abarrotan de gente enferma y muchas veces heridas como consecuencia de haber sufrido algún infortunio y cuando llegan al nosocomio se encuentran con que no hay médico de guardia, negándosele al ciudadano abiertamente el derecho a la salud que le corresponde, el cual está establecido en numerosos tratados internacionales, entre los que cabe citar la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre de 1948, que establece que “(…) toda persona tiene derecho a que su salud sea preservada (…)”, y la Declaración Universal de Derechos Humanos también de 1948, que es aún más certero en su artículo 25, párrafo 1°, confirmando que todas las personas tienen derecho a “(…) la asistencia médica y lo servicios sociales necesarios (…)”.
Estas normas tienen una fuerte acogida en la Constitución Nacional, por lo que estos médicos con su conducta reticente a atender pacientes estarían violando derechos de carácter fundamental y constitucional.
Las denuncias van dirigidas contra el Hospital Rural de Lago Puelo, que hace meses que no tiene médico de guardia y aunque parezca mentira, tampoco los hay en los consultorios.
A la carencia de atención médica, se le suman las condiciones trágicas en las que se encuentran las instalaciones del Hospital, percibiéndose a simple vista un gran estado de abandono, más lo indispensable que se vuelve una ambulancia al ser tristemente la única en funcionamiento de tres.
Con el propósito de recibir atención médica digna, algo que a estas alturas no se debería exigir, los vecinos comenzaron a solicitar en las comisarías que se liberen constancias que acrediten que estuvieron en el Hospital, pero que no fueron atendidos.
La directora del Hospital Rural, Sandra Castillo, recibió una intimación por nota de parte de los miembros del Concejo Deliberante de Lago Puelo, donde se le exige la normalización del funcionamiento del nosocomio.
Nota a la directora del Hospital Rural de Lago Puelo
El 23 de febrero se solicitó al intendente de Lago Puelo Augusto Sánchez, que tome cartas en el asunto. Exigiendo, entre otras cosas, que arbitre los medios necesarios para que se cubran especialidades como cardiología, ginecología o traumatología, dado que médicos generalistas estaban haciéndose cargo de esas ramas ante las circunstancias de público conocimiento, algo por supuesto, de particular gravedad. Lo mismo se reclamó a la ministra de Salud de la provincia Miriam Monasterolo.
Nota al intendente de Lago Puelo