De algo estamos seguros, y es que tanto el ministro de Seguridad como su gente están pendientes de lo que se publica por este medio. En el anterior artículo publicado el 4 de abril, informábamos a nuestra comunidad que el subsecretario de Seguridad Vial de la provincia Néstor Siri, había acomodado a su mujer, la empleada administrativa policial Carina García, en el área de Finanzas de Jefatura de Policía.
En esa nota también hacíamos especial énfasis en que la mencionada no reuniría requisitos para ocupar ese cargo, dejando en evidencias el promiscuo manejo de cargos públicos que hace el ministro de Seguridad Miguel Castro dentro de su cartera política.
Recientemente, casi como una respuesta a lo que difundimos, mediante un decreto el gobierno hizo algo realmente descarado, terminó modificando los requisitos exigidos por la Ley Orgánica de la Policía para ocupar el cargo al que va a ser designado García.
Se trata del decreto N° 358 del 11 de abril de 2023 publicado en el boletín oficial de Chubut.
De hecho, estos esfuerzos evidencian lo peleadas que están las neuronas del ministro Castro, puesto a que hubiera sido más fácil y conveniente primero mandar a modificar los requisitos de la ley y luego designar a García al frente del área de Finanzas, en vez de hacerlo al revés, que es justamente como lo que hicieron.
Básicamente lo que hicimos fue mover el avispero. El gobierno diariamente subestima el pensamiento del chubutense común y en ese afán se olvida que medios de comunicación como el nuestro están al pie del cañón, fue así que quisieron hacer todo silenciosamente sin contar con que manejamos información de primera mano.
Como vieron que el plan fue frustrado en razón de que divulgamos las intenciones de Castro de acomodar a la esposa de Siri sin cumplir requisitos para el cargo, modificaron todo entre gallos y medianoche a efectos de dejarla bien posicionada y con apariencia de legalidad.
Otro de los puntos que desarrollábamos en el artículo periodístico, se corresponde a que el expediente que se está cocinando tras bambalinas, provoca un ascenso extraordinario de la jerarquía de Carina García, donde de un plumazo pasará de ser oficial a comisario inspector. Un ascenso que, por las vías ordinarias costarían 16 años de trayectoria policial.
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