«Cristina (Kirchner) está muy dura», soltó un legislador del bloque PRO para describir las negociaciones por la definición de las nuevas autoridades del Senado, a partir del 10 de diciembre.
LPO recogió testimonios de distintos despachos del macrismo en la Cámara Alta, donde crece la preocupación por la posibilidad de que la Vicepresidenta logre retener para el peronismo el cargo de presidente provisional de la Cámara Alta.
Si bien el artículo 58º de la Constitución Nacional establece que «el Senado nombrará un presidente provisorio que lo presida en caso de ausencia del vicepresidente, o cuando éste ejerce las funciones de presidente de la Nación», la discusión es profundamente política.
«La gente eligió a (Javier) Milei y (Victoria) Villarruel, ¿corresponde que, cuando la vice no esté por alguna razón, conduzca el debate un senador kirchnerista?», preguntó retóricamente un senador de Juntos por el Cambio (JxC).
Por lo demás, el reglamento de la Cámara Alta fija en su artículo 2º que el presidente provisional es designado por mayoría absoluta. Como el escrutinio definitivo de las elecciones generales de octubre pasado arrojó un saldo rotundamente favorable a Unión por la Patria (UxC) para la composición de los bloques en el Senado, el kirchnerismo podría imponer su criterio para elegir a algún legislador propio.
Aunque desde el entorno de Cristina respondieron a este medio que no había información al respecto, dentro de la bancada todavía oficialista posan su mirada en las chances de Juliana Di Tullio o la mendocina Anabel Fernández Sagasti. «Si eso se concreta, será alguna mujer», deslizaron como hipótesis en un despacho del Frente de Todos.
Antes de la derrota en el balotaje contra Milei, el peronismo se jactaba de orillar la cifra de 41 escaños bajo su paraguas en el Senado pero es probable que el porrazo electoral provoque un drenaje o habilite algún tipo de autonomía en temas que pueden erizar la piel de los gobernadores. De hecho, LPO ya anticipó que los mandatarios provinciales ya iniciaron la danza para ofrecerse como facilitadores de leyes que demande el gobierno de Milei a cambio de fondos para sostener el gasto en sus jurisdicciones.
El argumento que se le atribuye a la Vicepresidente para pugnar por el control de la cámara en caso que Villarruel no pueda presidirla se basa en que UxP será desde diciembre el bloque más numeroso y, por ende, el más representativo de lo que se votó en las urnas. La actual oposición basa su querella en que «la presidencia provisional debe ser del gobierno electo». «Los kirchneristas son capaces de cambiarle el temario del día a la Vice si tiene que ir al baño», advierte una senadora.