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Encima, del hecho se dieron cuenta los gendarmes que tienen su base de operaciones al lado y no el policía que estaba de guardia en la dependencia que funciona como depósito de vehículos incautados, en su gran mayoría, en distintos procesos judiciales. Este nuevo caso, se registra cuando todavía no se sabe qué pasó en la Justicia con los comisarios, policías y civiles implicados en ilícitos similares ocurridos hace casi dos años; durante la gestión del sospechoso Miguel Castro al frente del Ministerio de Seguridad
Recordemos que desde este portal de noticias se siguió de cerca –por ejemplo– el hallazgo en un campo cercano a Trelew de un patrullero desguazado que había desparecido “misteriosamente” en la seccional Cuarta o el allanamiento que hizo la policía Federal en una chacra en la que encontraron motos de la policía del Chubut, restos de vehículos denunciados como sustraídos. O la sustracción de al menos dos automotores que estaban depositados y secuestrados por disposición de la Justicia en el parador del acceso norte.
En el mismo lugar en el que horas atrás se produjo el robo de un Toyota Etios, de color gris, sin patentes y con uno de los paragolpes dañados en otro escandaloso y grave suceso que fue denunciado, increíblemente, y como en las veces anteriores, por uno de los jefes de la comisaría Segunda, el comisario Paulo Gauna.
Gauna, en esa denuncia, pone en evidencia que la sustracción del rodado ocurrió increíblemente a plena luz del día. O al menos dice que inició las actuaciones entre las doce del mediodía y las dos de la tarde, seguramente, cuando a él lo notificaron de que delante de las narices del guardia que estaba en el parador policial ubicado en el acceso norte de Trelew, a la vera de la ruta 3, le habían llevado el Toyota Etios, del que en otra inconcebible circunstancia, todavía no se sabe absolutamente nada.
El cabo que estaba custodiando el lugar al ser interrogado por lo ocurrido testimonio que se encontraba cumpliendo con el servicio en el puesto y que se le aproximó un gendarme que le avisó que había visto salir a gran velocidad desde el interior del predio de vehículos secuestrados un rodado marca Toyota Etios, color gris. “Entonces salí al exterior a corroborar llevando en la mano un equipo de comunicaciones y constato que faltaba dicho rodado e inmediatamente solicité colaboración”, contó el guardia al que ahora le han abierto un proceso judicial y un sumario, como pasa siempre. Como ya es habitual en la policía del Chubut para cumplir solo con ciertas formalidades.
¿Quién se llevó el auto? ¿Hubo algo premeditado? ¿Por qué la policía quiso “tapar” el hecho? Son preguntas que se hace el común de la gente y obviamente nosotros también. ¿Dónde está el ministro de Seguridad Héctor Iturrioz? ¿En qué playa puede estar veraneando mientras estos insólitos y grotescos episodios pasan en Trelew? Tampoco se sabe. Solo se lo ve al funcionario en costadas ocasiones y de malla o pantalón corto.