La petrolera de bandera YPF inyectará este año la mayor inversión en los campos shale, con 3.000 millones de dólares. Trabajarán sobre tres hubs de áreas con el objetivo de multiplicar la producción del petróleo de Vaca Muerta para compensar en poco tiempo el desprendimiento de las áreas maduras.
En las chacras que caracterizan a la región hay una práctica cultural que es clave: las plantas se podan para poder crecer luego con más fuerza. Esto mismo pero sobre carteras de activos es lo que hará este año YPF, la petrolera de bandera que podará los campos maduros donde obtenía bajos rendimientos para focalizar sus esfuerzos en maximizar los brotes de las áreas de Vaca Muerta, en donde inyectará la mayor inversión anual que se ha hecho en su corta historia, con una base de 3.000 millones de dólares para este año.
El plan de YPF para este año en Vaca Muerta tiene toda la impronta de la nueva gestión que encabeza Horacio Marin con su diseño 4×4, con el que busca cuadriplicar la producción de la petrolera de bandera en 4 años.
El primer punto saliente del plan es que se multiplicarán los hubs o clusters de áreas en los que se focaliza la inversión y los trabajos de YPF en Vaca Muerta.
La petrolera tiene un claro core hub, un nodo central de áreas que han sido el eje no solo de sus trabajos sino de la expansión en sí de Vaca Muerta, y que corresponde a las áreas Loma Campana, La Amarga Chica, Bandurria Sur y a un sector de un bloque más reciente como es Aguada del Chañar.
Este hub será el central en este año para YPF, pero no el único. La petrolera focalizará también sus trabajos en un hub en el norte de la formación, en la zona más cercana a Rincón de los Sauces. Allí se cuentan áreas como Bajo del Toro Norte que se desarrolla en sociedad con Equinor, el sector Narambuena que aún está dentro de un bloque convencional compartido con Chevron y también el área gasífera Loma Amarilla.
En tanto que en este año, YPF trabajará con un tercer hub, emplazado más al sur de Añelo. Se trata también de una zona que hoy está aún dentro de la enorme concesión convencional de Loma La Lata.
La hoja de ruta de este año para Vaca Muerta contempla que se incrementará la cantidad de equipos perforadores activos, pasando de los 12 que operaron el año pasado a un total de 15 en este año.
El foco de los trabajos serán los bloques productores de petróleo que concentrarán el 75% de las inversiones del upstream. Esto se debe a que el plan de desprendimiento de los 55 campos maduros de todo el país redundará en este año en una marcada caída de la producción de petróleo propia de YPF.
Menos áreas, menos producción
Si bien, la salida de YPF de estas áreas no se dará de un día para el otro, el CEO y presidente de YPF, consideró que “esperamos que la totalidad del plan se cumpla en este año”. Algo que marcará una caída en la producción de la petrolera de 90.000 barriles por día y 6,5 millones de metros cúbicos de gas diarios, lo cual representa cerca del 60% de la actual producción convencional de la firma.
Esa menor producción producto de la venta o reversión de bloques convencionales es la que se busca compensar con la mayor actividad en Vaca Muerta, que para este año se espera que eleve sus rindes en un 24%.
En concreto, Marin detalló ante inversores internacionales que la hoja de ruta marca que se pasará de los 97.000 barriles diarios de shale oil extraídos el año pasado a 160.000 barriles específicos de Vaca Muerta en 2025, dado que al salto del 24% de este año, se espera sumar un 35% más de producción el año que viene.
“Vamos a balancear -la menor producción convencional- con un crecimiento en Vaca Muerta que van a ver que en el futuro va a sobrepasar la reducción”, aseguró Marin.
Para esto el destino de los equipos perforadores de YPF es claro, ya que 12 de los 15 rigs estarán abocados a realizar nuevos pozos productores de petróleo.
En este año, es claro que este plan redundará en una caída en la producción total de YPF que espera también tener un flujo de caja negativo por su agresivo plan de inversión que, en total, llegará este año a los 5.000 millones de dólares.
Sin embargo Marin fue claro con los beneficios que, así como en las chacras, espera que tenga la poda de campos maduros para YPF.
En primer lugar, el desprendimiento de los bloque convencionales de baja producción y alto costo operativo permitirá reducir el lifting cost, el costo de extracción, pero a la vez liberará fondos para reinvertir en áreas que sean más rentables.
“La gestión activa de la cartera, incluye aumentar la proporción de producción de shale de alrededor del 50% a alrededor del 80% de nuestra producción total, lo que nos permitirá reducir el lifting cost promedio en casi el 50% para 2025, respecto a 2023”, indicó Marin.
Y sumó que “nos centraremos en inversiones con altos rendimientos y estricta alineación con nuestro negocio principal. Por lo tanto, planeamos salir de algunos de nuestros campos convencionales maduros, pero liberaremos alrededor de 800 millones de dólares en CapEx para reasignarse principalmente a la actividad de shale oil”.
Este traspaso, detalló Marin que “se traducirá en una mayor rentabilidad. Nuestros proyectos de petróleo shale es dos veces más rentable que los proyectos convencionales y los plazos de amortización por pozo son inferiores a los relacionados con campos convencionales”.
Al final del camino, la hoja de ruta trazada indica que la petrolera de bandera espera “contagiar” los bajos breakevens de Vaca Muerta a su cartera total, para que ese punto donde inicia la ganancia pase a estar para el promedio de YPF en los 40 dólares por barril.