A finales de 2004, la comunidad astronómica mundial observó con preocupación el descubrimiento de Apophis, un asteroide de 340 metros de diámetro que se estimaba tenía una probabilidad del 2,7% de impactar contra la Tierra. Esta posibilidad lo convirtió, en ese momento, en uno de los asteroides más peligrosos conocidos hasta la fecha.
Análisis posteriores concluyeron que la gigantesca roca llegará a las inmediaciones de nuestro planeta dentro de cinco años, más precisamente en abril de 2029.
Los cálculos indican que, afortunadamente, Apophis no impactará en la superficie de la Tierra. Pero pasará muy cerca: realizará un sobrevuelo a solo 31.600 km de distancia, unas 10 veces más cerca que la Luna. Mientras los más expertos aseguran que su trayectoria no constituye una amenaza, será una oportunidad única para estudiarlo en detalle y poner a prueba los sistemas de defensa planetaria.
La visita de Apophis permitirá a los científicos obtener información crucial sobre su composición y órbita, lo cual servirá para proyectar posibles amenazas futuras de otros asteroides similares.
Algunos investigadores creen que los cambios físicos del asteroide durante su viaje a la Tierra podrían alterar su trayectoria orbital, por lo que se espera su paso para documentar esas modificaciones, y comparar las observaciones del asteroide antes y después de su encuentro con la Tierra.
Por otra parte, más allá de su valor científico, el sobrevuelo de Apophis servirá como una valiosa prueba para los sistemas de detección y seguimiento de asteroides. Los observatorios de todo el mundo rastrearán su movimiento con precisión y pondrán a prueba sus capacidades de identificar y caracterizar objetos potencialmente peligrosos. El evento también servirá como una fase más en el desarrollo de planes de desviación de asteroides, y la planificación de estrategias que podrían usarse en caso de que un futuro meteoro amenace a la Tierra.
Por último, empresas espaciales privadas propusieron misiones para encontrarse con el asteroide antes de su esperado sobrevuelo, por ejemplo, Blue Origins, la compañía aeroespacial de Jeff Bezos. Otra empresa, Exabs sugirió utilizar drones para realizar un escaneo del interior del asteroide. Y la NASA organizó un taller para recolectar ideas del sector privado sobre enfoques innovadores para llevar a cabo misiones durante el sobrevuelo terrestre del asteroide Apophis en 2029.