Este miércoles a las 08:00 comenzó la tercera jornada del juicio sobre la matanza de pingüinos en Punta Tombo, donde está imputado Ricardo La Regina, propietario de una instancia donde se trazó un camino con maquinaria vial en presencia de estos ejemplares en época reproductiva.
Cabe destacar que, para esta audiencia, el tribunal, integrado por los jueces Laura Martini, Eve Ponce y Carlos Richieri, irán al lugar de los hechos en Punta Clara. «La idea es que vayan mañana miércoles. Yo quiero que los jueces observen lo que yo veo cada 15 días cuando voy», dijo la fiscal del caso, Florencia Gómez, a FM EL CHUBUT.
En el segundo día del juicio, se destacó las declaraciones de uno de los testigos, el doctor en biología, especialista en investigación de Pingüinos, además trabajó en el diseño del plan de manejo de Punta Tombo, Pablo Borboroglu.
Aseguro que era una zona de pingüinos de alta densidad y que el camino de unos 950 metros y el alambrado llegaban hasta la costa. El alambrado estaba electrificado con un panel solar. Dijo que lo realizado perturbaba a los animales en su paso al mar para alimentar a sus pichones.
Además, señaló que el camino se construyo en agosto y se siguió transitando, destruyendo nidos e incluso con el hallazgo, en noviembre, de pichones muertos.
En plena declaración, interrumpió el def. Federico Ruffa, dejo planteado que lo dicho por Borboroglu «es merecedor de una denuncia» por violar la intimidad y la privacidad al ingresar a un campo que no es de su propiedad a obtener fotografías y filmaciones.
«Está claro que el campo donde se trazó la huella pertenece a Ricardo La Regina» indicó el abogado. Ruffa concluyó en que no se admitan esas pruebas porque fueron obtenidas «ilegalmente».
La Fiscal Florencia Gómez y querellantes se opusieron. Ahora el Tribunal resolvió un cuarto intermedio. Luego de esta instancia, el Tribunal rechazo por unanimidad el planteo de Ruffa. No se violó la intimidad porque es una zona rural y despoblada.
Borboroglu continuó explicando cuando llego al lugar y lo reciente de todo lo sucedido, los pichones muertos junto a su padre, los nidos rotos, «fue un desastre lo que vi, me impacto muchísimo».
«Los pingüinos murieron porque fueron aplastados. Estaban bajo tierra. La máquina trituró todo, no quedó suelo ni vegetación, solo quedaron los fondos, el cadáver de la colonia», explicó el especialista.
El hecho
Entre agosto y diciembre de 2021, Ricardo La Regina, encargado de la finca, habría provocado la muerte de más de un centenar de pingüinos y destruyó unos 175 nidos en etapa reproductiva. La acusación es llevada adelante por la fiscalía penal, la fiscalía de Estado de la provincia y la querella. La finca limita con el Área Natural Protegida de Punta Tombo, que alberga el 40% de la población reproductora mundial del pingüino de Magallanes y es un área de relevancia global para la reproducción de la especie.
En total se esperan que declaren durante el proceso alrededor de 50 testigos, además de las reservas y medidas que soliciten las partes y autorice el tribunal, como por ejemplo la visita al campo de Punta Tombo donde se habría registrado los hechos que motivan esta causa.