Javier Milei anunció el despido de Mondino luego de que la delegación argentina en la ONU votara a favor de Cuba en una reciente sesión sobre el embargo estadounidense, un acto que Milei interpretó como una traición a su política de alineamiento internacional.
Según publicó Nexofin, Javier Milei, advirtió que se avecinan más cambios en la política exterior. La destitución responde a su voto a favor de Cuba en la ONU, una acción que el mandatario calificó de “imperdonable”.
Lejos de frenar en este drástico movimiento, el mandatario aseguró que otros funcionarios de la Cancillería también serán relevados, en una purga que Milei considera esencial para mantener la coherencia de su administración en el ámbito de relaciones exteriores.
El voto a favor de Cuba en la Asamblea General de las Naciones Unidas fue considerado como una ruptura directa con los lineamientos de la Casa Rosada, que sostiene una relación cercana con Estados Unidos e Israel.
En un diálogo con su pareja, Amalia “Yuyito” González, Milei expresó su molestia y calificó la decisión diplomática como un acto de desobediencia grave. “La política exterior la define el presidente, y cualquier funcionario que actúe en contra de esta línea es un traidor a la Patria”, sentenció con firmeza.
Un cambio abrupto en la Cancillería
En sus declaraciones, Milei dejó claro que la salida de Mondino es solo el comienzo de una serie de despidos en el área de relaciones exteriores. Para el mandatario, mantener una diplomacia alineada con sus principios es esencial para proyectar una imagen coherente de Argentina en el ámbito internacional. “No sólo le costó el puesto a Mondino; todos los responsables de esta gestión están en la mira. Ya estamos evaluando los pasos legales para apartarlos definitivamente”, adelantó.
La molestia de Milei se hizo evidente cuando criticó abiertamente el accionar de los diplomáticos de carrera en Cancillería, a quienes considera influenciados por agendas globales que, según él, van en contra de los valores de libertad individual que defiende su gobierno. En un tono vehemente, el presidente describió a los diplomáticos como “parásitos de la burocracia internacional, enamorados de la agenda woke y de la agenda 2030”. Esta dura crítica reafirma el compromiso de Milei de alejar a Argentina de lo que él percibe como un progresismo que amenaza las libertades individuales y su visión soberanista.
La política exterior en el centro del debate
La votación en la ONU, que buscaba levantar el embargo a Cuba, ha sido un punto de fricción no solo en la diplomacia argentina, sino también entre el Gobierno y sectores de la oposición. La administración de Milei se ha caracterizado por su postura proestadounidense y prorradical, por lo que este voto a favor de Cuba resultó desconcertante tanto para sus aliados como para sus detractores.
“No se puede permitir que los funcionarios actúen de manera independiente en temas de política exterior. ¿Cómo van a votar en contra de nuestros principales aliados?”, expresó Milei. Para el mandatario, el hecho de que Argentina votara junto a países que no forman parte de su visión geopolítica es un desatino que debe ser corregido de inmediato. Esta postura ha llevado a Milei a prometer que no solo despedirá a Mondino, sino que también investigará a fondo cómo se tomaron estas decisiones en Cancillería.
El presidente también destacó que no tolerará que los diplomáticos actúen según sus propias convicciones, especialmente cuando estas van en contra de su visión política. “Si alguien quiere ser protagonista de la política exterior, que se presente a elecciones. Pero mientras tanto, son empleados públicos, y deben responder a las directrices del Presidente”, sentenció Milei, reafirmando su autoridad en el manejo de los asuntos exteriores.