Mini Hogar Puerto Madryn. El Mini Hogar de Puerto Madryn, un lugar que desde hace más de 40 años brinda cuidado, contención y esperanza a niños en situación de vulnerabilidad, fue reinaugurado este viernes en una ceremonia cargada de emociones. Entre los asistentes, Cristina Babio, una vecina que creció en este espacio junto a sus cinco hermanos, compartió su experiencia por Canal 12 y reflexionó sobre el impacto que la institución tuvo en su vida.
Cristina ingresó el 20 de noviembre de 2005, con tan solo 12 años y acompañada de sus hermanos. “Me crucé con personas muy buenas. Unas tías hermosas, todas con madres. Acá me mostraron cariño y amor. Hasta festejé mis 15 años aquí. Hicieron un laburo bárbaro”, recordó la mujer emocionada a este servicio de noticias.
Su paso por el hogar, ubicado en Héroes de Malvinas al 400, le permitió encontrar una familia extendida y una guía para el futuro. Hoy, como madre, Cristina reconoce que todo lo vivido en el Mini Hogar fue clave para su formación. “Gracias a Dios, todo lo que me brindaron me sirvió para que hoy sea una súper mamá”, expresó.
Vínculos que perduran
Una figura clave en la vida de Cristina fue Noemí Curiqueo, su preceptora en la institución. Ambas compartieron un emotivo reencuentro durante la reinauguración. “Verla casada, con sus hijos, es una caricia al alma para nosotras. Muchas preceptoras estuvimos en su casamiento, y esos lazos nunca se pierden”, comentó Noemí.
El Mini Hogar no solo fue un refugio para Cristina, sus hermanos y tantas otras personas, sino también un lugar que creó lazos profundos y duraderos. “Eso es lo lindo de este trabajo: creamos vínculos con los niños de tal forma que permanecen en el tiempo”, afirmó Curiqueo por su parte.
Un espacio que «salva vidas»
Cristina destacó la importancia del Mini Hogar como un espacio de contención para niños que atraviesan situaciones difíciles. “Hay muchos chicos que la han pasado mal, que han sufrido un montón, y encontrarse con un lugar como este que te apoya es lo más maravilloso que te puede pasar. Es como si te salvaran la vida”.