«Siempre ha habido un cordón umbilical dirigido por el humor y sale de Córdoba. Es lo que se dice un humor adquirido, es parte de mi vida, de mis sentimientos. De la relación con el mundo y con la gente, con la sociedad», argumentaba el maestro plástico Antonio Seguí (Córdoba, 11 de enero de 1934 – Buenos Aires, 26 de febrero de 2022). Sobre su peculiar mirada reflejada en sus trabajos de arte, tanto monumentales como en pequeño formato. Añadió que se trataba de ese «cordón umbilical donde el humor gira del comienzo al final«, para luego referirse al público infantil:
«Mis trabajos están cargados de un cierto humor que los chicos saben ver muy bien. La idea es que ellos sean espectadores activos de lo que yo hago». Al expresarse en relación hacia las futuras generaciones de artistas, recomendó: «Les diría que dibujen lo que quieran y los que tengan vocación de hacer esto. Que lo hagan en serio: que vayan a las escuelas de Bellas Artes.
Artista fundamental descolló de la escena latinoamericana, siendo tan genial como prolífico, creó en variadas técnicas y soportes más de cinco mil obras que van desde pinturas. Dibujos, esculturas, grabados e ilustraciones hasta objetos que se hallan en renombrados espacios culturales y museos internacionales. Su arte integra alrededor de un centenar de colecciones públicas en todo el mundo, resaltan el MOMA (EE. UU.) y el Pompidou (Francia). Sin embargo, sumados a los museos en esos países, también se encuentra su obra en Egipto, Cuba, Chile, Brasil, Croacia, Ecuador, Eslovaquia. Eslovenia, España, Finlandia, Grecia, Irak, Italia, Japón, México, Nicaragua, Países Bajos, Paraguay, Perú, Polonia, Puerto Rico, República Checa, Serbia-Montenegro, Suiza, Venezuela y Uruguay.
Son emblemáticos y su sello inconfundible esos hombrecitos con sombreros, los viajeros o compadritos; ya sea que los plasmara mediante sus litografías. Fotograbados, aguafuertes, aguatintas, serigrafías, carbolitografías, linograbados y carborundums, entre otros abordajes técnicos. La ironía de su mirada, cierto humor típico cordobés que denotaba su localía, se trasluce desde imágenes como las que conforman su serie El teatro de la vida.
Generoso, realizó múltiples donaciones, principalmente a nivel nacional y provincial. Sus expresiones, a veces divertidas o críticas dan cuenta de su marcada argentinidad, con referencias directas o guiños de Borges a Gardel, entre varias figuras nacionales. También le hizo un tributo a Dante Quinterno -guionista. Historietista y creador de Patoruzú, Isidoro Cañones, Patoruzito, Don Fierro, entre otros-
Artista pop
Del subte porteño a plazas y más sitios públicos del mundo.
Sus enormes piezas en colores vibrantes han intervenido un diverso abanico de lugares públicos, donde brillan actualmente. Entre sus trabajos en esos espacios, sobresale la escultura de Ícaro (piedra de lava, 2005) montada en el Parque Nacional del Vesuvio en Ercolano, Italia.
Se encuentran instaladas por distintos puntos del globo 14 obras suyas en esos tipos de espacios, de las cuales 11 son esculturas en acero o madera pintada e incluyen viajeros. Personajes urbanos, un golfista y un gaucho; junto a tres murales –dos, cerámicos y un fresco–; se ubican en Francia, Bélgica, Portugal, Italia, Colombia y Argentina. Fueron realizadas entre 1992 y 2017, y la última, Voy volando, una escultura en madera, está emplazada en el aeropuerto local de Córdoba. Saliendo es una extensa obra cerámica, que puede verse en la estación Independencia de la línea E del subte porteño. Señala Argentina Gob
Sus orígenes y la humildad, ante todo
Sobre su Autorretrato de las vocaciones frustradas (1963; óleo, collage, esmalte sintético, betún de Judea sobre tela) –que pertenece al acervo del Bellas Artes y está actualmente en exhibición–. Seguí aclaró: «A mí me encanta la política. Pero tuve que elegir entre la pintura y la política y me quedé con la pintura. (…) Por otra parte, así como no entendí cómo funcionaba el medio artístico en Buenos Aires, tampoco entendí cómo funcionaba el medio político«.
Sus inicios en la profesión fueron en los años cincuenta, incursionó en el estudio de pintura y escultura en Francia y en España. Era 1957 cuando tuvo su primera exposición individual en nuestro país. Entre sus mayores reconocimientos, en 1993 fue nombrado miembro de la Academia Europea de Ciencias, Artes y Letras de Francia. Académico Correspondiente en Francia de la Academia Nacional de Bellas Artes de Argentina (en 2000). Y obtuvo el título de Caballero de la Orden de las Artes y las Letras por parte del gobierno francés.
Aunque se afincó en París durante 1963, siempre tuvo presentes sus raíces y cada vez que podía retornaba para visitar la Argentina, con una escala infaltable en su Córdoba natal. Solía contemplar su obra Los niños urbanos cuantas veces volviera a la capital cordobesa; sobre ella, dijo que se trataba de su escultura favorita. Entre las varias icónicas emplazadas por diferentes puntos de la ciudad. «El gallego», como le decían al pintor sus allegados, confesó. «Voy a decir, como si fuera un psicoanalizado, que ya resolví el problema de Dios y el problema de la madre, pero el de Córdoba me queda pendiente…».
Un sueño de arte y una visión hechas realidad
En una de sus últimas entrevistas públicas, Seguí rememoró los orígenes del Centro de Arte Contemporáneo (CAC). «Durante los años de la dictadura no vine a Córdoba, pasaron muchos años. Cuando volví, me encontré con el viejo Caraffa, el Genaro Pérez… y sentía que había necesidad de otras cosas». Seguí se reunió con el entonces gobernador Eduardo Angeloz –eran excompañeros del colegio– quien supo tomar su idea de aquel proyecto. «Cuando me trajo acá, con los ojos cerrados dije: esto se está cayendo, hay que salvarlo. Además, sentía que Córdoba se venía para ‘este lado de la ciudad’ e iba a tener mucha gente que lo visitara: y estaba la posibilidad de hacer un lindo parque».
Al respecto, él ratificaba: «Lo imaginé hace 30 años y no me equivoqué. Soy bobo pero no tanto». El Chateau CAC abrió sus puertas el 12 de noviembre de 1988. Seguí le donó al mismo 550 piezas de su colección, entre las propias y de otros artistas consagrados.