Israel síndrome de realimentación. Tras la liberación de las tres primeras rehenes israelíes en el marco del acuerdo de alto el fuego entre Israel y el grupo terrorista Hamas, el gobierno de Benjamin Netanyahu implementó un protocolo médico y nutricional para prevenir complicaciones graves derivadas del secuestro y el aislamiento prolongado.
Uno de los principales riesgos que enfrentan las personas liberadas es el síndrome de realimentación, una condición potencialmente mortal que puede presentarse cuando se reintroducen alimentos de forma inadecuada tras un período prolongado de inanición. Para prevenir esta complicación, el protocolo implementado está diseñado para asegurar una recuperación segura, con un enfoque en la estabilización metabólica y la protección integral de la salud de los afectados
Según el medio The Jerusalem Post, los rehenes recibieron atención inmediata al llegar a una base militar de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF, por sus siglas en inglés). Allí se les proporcionó una primera ingesta controlada que consistió en té con una cucharadita de azúcar, tres galletas y compota de manzana. Además, se les administraron 100 miligramos de tiamina, una vitamina esencial para los procesos metabólicos del cuerpo.
La tiamina, también conocida como vitamina B1, desempeña un papel crucial en la prevención de complicaciones neurológicas graves, como el síndrome de Wernicke-Korsakoff, que puede causar daños cerebrales permanentes si no se trata a tiempo.
El síndrome de realimentación es una de las principales preocupaciones médicas en casos de desnutrición severa. Esta condición se caracteriza por desequilibrios metabólicos graves, como caídas en los niveles de potasio, fósforo y magnesio en la sangre, junto con un aumento drástico en la demanda de tiamina. Estos cambios pueden desencadenar complicaciones cardíacas y neurológicas que ponen en peligro la vida de los pacientes.
La administración temprana de tiamina es fundamental para evitar este síndrome, ya que esta vitamina es esencial para el funcionamiento adecuado del corazón y el sistema nervioso, además de facilitar la recuperación energética a nivel celular tras un periodo de inanición. Sin un tratamiento adecuado, la deficiencia de tiamina puede provocar síntomas como fatiga, debilidad, acidosis láctica y alteraciones en el sistema nervioso central.
Este apoyo continuará incluso después del alta hospitalaria, hasta que se complete la recuperación nutricional. Además, se recomienda llevar un registro diario de los alimentos y bebidas consumidos para facilitar un seguimiento más preciso.