Armar PC gamer fácil. Si bien los juegos electrónicos tienen varios años de popularidad y supieron adaptarse a todas las consolas en el mercado, el uso de la computadora sigue siendo el más popular entre gamers, ya que armar una es una inversión a largo plazo que puede ser fácilmente actualizada.
Sin embargo, armar por primera vez una PC gamer puede ser un desafío si no se tienen conocimientos previos en la materia. Tanto los componentes y su calidad, como saber elegir la marca según los juegos que se quieran instalar, son cruciales para garantizar un funcionamiento adecuado y duradero.
Tips para armar una PC de cero
Definí tu presupuesto
Lo primero que tenés que hacer es definir cuánto estás dispuesto a gastar. El rango de precios de una PC gamer es bastante amplio, y eso va a influir mucho en las opciones que podés elegir. Si tu presupuesto es limitado, vas a tener que hacer algunos sacrificios en cuanto a calidad gráfica o rendimiento, pero con un presupuesto más alto podés apuntar a componentes de gama media o alta que te van a durar varios años.
Elegí un buen procesador
El procesador es uno de los componentes más importantes, ya que es el que va a manejar la mayoría de los cálculos de la PC. Para juegos, te conviene elegir un procesador con buena cantidad de núcleos y threads, como los de la serie AMD Ryzen o Intel Core. A la hora de elegir, pensá en qué tipo de juegos vas a jugar y qué otros usos le vas a dar a la computadora, porque si también vas a hacer streaming o edición de video, necesitás algo más potente.
No ahorres con la placa de video
La placa de video es clave si lo que querés es jugar de manera fluida y con una buena calidad visual. La mayoría de los juegos modernos dependen mucho de la GPU, así que no te conviene ahorrar en este componente. Las opciones más conocidas son las de Nvidia (como la serie RTX) y las de AMD (como la serie Radeon). Si podés, tratá de elegir una que te permita jugar en la resolución y calidad gráfica que buscás, por ejemplo, 1080p a 60 fps o 1440p a 120 fps.
No descuides la memoria RAM
Para una PC gamer, lo ideal es tener al menos 16 GB de RAM. Esto te va a permitir jugar sin problemas y realizar otras tareas como navegar en internet o usar programas en segundo plano sin que la PC se sienta lenta. Si bien 8 GB pueden alcanzar para muchos juegos, hoy en día los juegos más exigentes y algunos multitareas pueden beneficiarse de tener más memoria. Además, asegurate de elegir una RAM con buena frecuencia, como 3200 MHz o más, ya que esto va a mejorar el rendimiento en tareas más exigentes.
El almacenamiento importa, pero no te sobrecargues
Contar con un SSD (unidad de estado sólido) para el sistema operativo y tus juegos principales es fundamental. Va a acelerar los tiempos de carga y el rendimiento general del sistema. Podés combinarlo con un disco duro HDD para almacenar otros archivos que no necesiten tanto rendimiento, como fotos o videos, publicó ámbito. Se recomienda un SSD de al menos 500 GB o 1 TB si tenés más juegos o aplicaciones que quieras tener a mano. El uso de SSD en el sistema mejora bastante la experiencia de uso.
Sistema de refrigeración a la altura
Cuando estás armando una PC gamer, no podés olvidarte de la refrigeración. Los componentes como la CPU y la GPU generan mucho calor, especialmente si estás jugando por largo rato o realizando tareas exigentes. Podés optar por un cooler de aire para la CPU, pero si pensás hacer overclocking o tener un sistema con muchos componentes, podría ser mejor elegir un sistema de refrigeración líquida. Además, asegurate de tener una buena circulación de aire dentro del gabinete con ventiladores de calidad.
Placa madre (Motherboard) y compatibilidad
Elegir la placa madre adecuada es crucial para asegurarte de que todos los componentes sean compatibles entre sí. Antes de comprarla, fijate que tenga soporte para la CPU que elegiste, que tenga suficientes puertos para la RAM y que tenga las conexiones que necesitás para tu tarjeta gráfica y otros periféricos. Además, asegurate de que tenga un sistema de expansión adecuado en caso de que quieras agregar más hardware en el futuro.
Fuente de alimentación (PSU) confiable
La fuente de alimentación es otro componente crucial. Asegurate de que tenga suficiente potencia para soportar todos tus componentes, sobre todo la tarjeta gráfica, que es uno de los que más energía consume. Generalmente, con una fuente de entre 600W y 800W vas a estar bien, pero depende de los componentes específicos que elijas. No escatimes en la calidad de la fuente, ya que una fuente de baja calidad puede poner en riesgo todo el sistema.