La alpinista Natalia Nagovitsyna sufrió una fractura en plena expedición y no pudo ser rescatada. Las autoridades dieron por terminada la búsqueda en la montaña.
La montañista rusa comenzó su travesía a mediados de agosto, pero durante el descenso sufrió una fractura de pierna que le impidió continuar. Desde ese momento, equipos de rescate intentaron alcanzarla en repetidas oportunidades.
Un helicóptero logró aterrizar a 4.900 metros de altura, aunque uno de los rescatistas perdió la vida en el operativo. Tras este hecho, la misión quedó paralizada y las autoridades desistieron de continuar con el rescate.
La última señal de vida
Según C5N, la mujer fue vista por última vez a través de un dron militar enviado por el Ministerio de Situaciones de Emergencia de Kirguistán. El aparato registró imágenes de su carpa a 7.000 metros de altura, aunque ya no se detectó movimiento en su interior.
Su hijo denunció públicamente que su madre seguía con vida días después de perder contacto: “Mi madre está viva. Un video muestra que ella agita la mano, llena de vida”, reclamó. Sin embargo, la falta de recursos y las condiciones extremas llevaron a las autoridades a darla por desaparecida.
Una espera dolorosa
La Federación Rusa de Montañismo informó que recién en 2026 se podrá llegar hasta la zona donde quedó la carpa, debido a la dificultad de acceso y las condiciones climáticas extremas. Para ese entonces, ya no habrá posibilidades de supervivencia por falta de oxígeno y alimentos.
El caso conmueve a la comunidad internacional y expone los riesgos extremos de las expediciones en las altas cumbres.