Dormir con la televisión prendida es un hábito común, pero especialistas alertan sobre sus efectos negativos en la calidad del sueño y la salud general.
Expertos recomiendan alternativas que protejan el descanso y eviten riesgos asociados.
La luz que emite la pantalla del televisor interfiere con la producción de melatonina, la hormona que regula el ciclo de sueño y vigilia. Esto genera un sueño más fragmentado, dificultando alcanzar fases profundas como la REM, esenciales para la memoria y recuperación neuronal.
Según estudios, el 15% de quienes duermen con la TV encendida presentan problemas para conciliar el sueño, y el 20% se sienten fatigados al despertar, afectando la concentración y el rendimiento diario.
Riesgos para la salud a largo plazo
Además de alterar el sueño, este hábito se asocia con mayores riesgos de desarrollar enfermedades cardiovasculares, hipertensión, obesidad, diabetes tipo 2 y deterioros renales. Dormir con la TV encendida puede tener un impacto negativo más allá de las horas de descanso.
Alternativas para un descanso saludable
Para quienes necesitan ruido de fondo para relajarse, se recomienda reemplazar la televisión con sonidos ambientales o ruido blanco. Muchos televisores incluyen funciones de apagado automático que permiten programar que el aparato se apague tras cierto tiempo, evitando la exposición prolongada a la luz azul.
De acuerdo con C5N Adoptar estas medidas simples mejora la calidad del sueño y protege la salud a largo plazo, fomentando un descanso profundo y reparador.