El 15 de octubre del 2023, ocurrió un episodio con abuelos del hogar de ancianos conformado como Cooperativa “Manos Unidas” de Esquel.
Había algunos en reposo afectados por cuadros de diarrea y deshidratación. Miriam Jara, una de las responsables de ese centro, llamó al 107 de la guardia del hospital zonal, para que asista un médico.
Archivaron denuncia contra un hogar de ancianos
De acuerdo con DiarioJornada. Concurrió el Dr. Mario Prado, quien según contaron las integrantes de la cooperativa de trabajo, estaba alterado, y reprochó la situación del lugar, sin priorizar la atención de los mayores enfermos con síntomas de diarrea y deshidratación.
Miriam Jara comentó que ese domingo 15 de octubre del 2023, se comunicaron al
número de la guardia del hospital, y fue el Dr. Prado con la policía, recordando que tres días antes estaban llamando al 107 para que atendieran a los abuelos enfermos, y la respuesta que recibían era que corría por su responsabilidad la situación, y debía asistir el médico de cabecera, que no estaba designado.
Ese día, el facultativo también se comunicó con la enfermera del hogar, y le advirtió sobre su responsabilidad en lo que estaba ocurriendo. Entonces -señaló Miriam Jara-,llamaron a familiares de los 8 ancianos que estaban padeciendo gastroenteritis, 3 de ellos más complicados, porque era necesario llevarlos al hospital, de lo que se encargó el Dr. Mario Prado “a los gritos, enojado porque una vez más lo llamaban de este hogar, y preguntando por el médico de cabecera, que no teníamos.
Le respondimos que por una emergencia tenía que atenderlos la guardia del hospital zonal”.
La mujer aseguró que el médico todo el tiempo que estuvo en la casa, se manejaba a los gritos, y vociferando que estaba cansado de los hogares de ancianos que eran un desastre. Mientras esto sucedía, se encontraban en el lugar familiares de los abuelos, a quienes Prado les decía que tenían que sacarlos de allí, porque el hogar sería cerrado.
El profesional, sin revisar a las personas, se disponía a retirarse, pero en la salida un familiar que llegaba para llevarse a su padre a almorzar, le dijo que si no se hacía cargo de llevar al hospital a los abuelos enfermos, sería denunciado por abandono de personas.
Entonces, el Dr. Mario Prado ingresó con enfermeros, y comenzaron a trasladar a los 5 ancianos con problemas de salud a la guardia del HZE, donde fallecieron dos.
No obstante el médico presentó una denuncia en la Fiscalía, argumentando desnutrición de los abuelos, y otras presuntas irregularidades en el funcionamiento del hogar de calle Brown al 950, como la falta de higiene.
Actuaciones archivadas
Nancy Jara, también miembro de la cooperativa “Manos Unidas”, relató que “estábamos seguras que habíamos hecho bien las cosas, esperamos que decidiera la Justicia por la denuncia del médico, que investigó la fiscal Cecilia Bagnato”.
Fueron dos años de proceso judicial, pero “acá seguimos trabajando, y nunca nos citaron a audiencias en Tribunales. Además siempre nos visitan desde Area
Programática de Salud, y tenemos inspecciones permanentes”.
El fallo de la causa fue “disponer el archivo de las actuaciones, por no poderse proceder en relación al hecho denunciado (Art. 271 del Código Procesal Penal), sin perjuicio de reabrir la investigación en caso de que surjan nuevos elementos, que así lo permitan”.
De esta decisión de abril del corriente año, en el hogar de ancianos se anoticiaron por casualidad, en un comentario que les hicieron en el área de salud, ya que no habían recibido la notificación formal.
Aseguraron las trabajadoras que la gente confía en “Manos Unidas”. Las instalaciones tienen capacidad para alojar a 17 abuelos, y está ocupado en su totalidad, y hay una lista de espera.
“Estamos tranquilas”
“El Dr. Prado nos hizo mucho daño, pero no queremos hacerle una denuncia, ya
estamos tranquilas y seguimos trabajando. Con el fallo cerramos esta mala experiencia”, afirmó Nancy Jara y agregó que “no había ancianos desnutridos sino que tenían una patología crónica, que hacía que bajaran de peso y perdieran masa muscular, y lo comprobó el médico forense que actuó. Tampoco había malos tratos, pero nos hicieron mucho daño emocional”.
Les dejó un mal recuerdo el tener tantos policías dentro del hogar a las 8 de la mañana del 16 de octubre, para allanar las instalaciones. “Aquí no hay malos olores ni suciedad como denunció el doctor Prado”, remarcó Jara y añadió que si estaba saturado en la guardia del nosocomio, hubiera renunciado.
La señora Nivia Rayel, integrante de la cooperativa, sostuvo que los familiares de los adultos mayores afectados, siempre estuvieron en ese entonces acompañando, desestimando que haya habido abandono de personas. “Hace quince años decidimos abrir este hogar, para dar un servicio y una mejor calidad de vida a adultos mayores”.