Sin agua y sin productividad en los campos, el jefe comunal Sergio Bowman pintó un panorama negro para la localidad y anunció el fin de la ganadería ovina. “Necesitamos trabajo. Me resigno que el interior de la provincia tenga que vivir en la miseria”.
Sergio Bowman, jefe comunal de Las Plumas, dialogó este miércoles con JornadaRadio y describió el mal momento que atraviesa la localidad rural con la falta de agua y trabajo en los campos.
Fue un invierno duro para la localidad, muy frío y con pocas precipitaciones. “Es un invierno que si bien no hubo ni lluvia ni nieve, fue un invierno muy frío. Seguimos con el problema del río con poca agua en esta época. Se avizora un verano complejo”. De acuerdo con Diario Jornada.
La falta de agua es un problema. Bowman cree que las complicaciones vendrán en la temporada de riego. “Hicimos gestiones con servicios públicos, la semana que viene van a llegar equipos de perforación para garantizar el agua. Es un problema histórico”.
El jefe comunal mencionó obras que corren por cuenta de nación que están en el presupuesto nacional del 2019, pero no esperan que se realicen. “Ni siquiera la provincia se puede hacer cargo de una obra tan costosa que es garantizar el agua potable a una localidad”.
Fin de ciclo de la ganadería
En Las Plumas viven 640 vecinos en el casco urbano y 86 en la parte rural. Por falta de trabajo en el campo, el pueblo sufre una deserción. “No tenemos productividad en los campos. Estamos alquilando campos a empresas, tenemos el flagelo de la falta de empleo y estamos en el fin de ciclo de la ganadería ovina”.
La gente del interior provincial nació y vivió al calor de la ganadería ovina, un animal al que ya no le ven salida. “Hoy en día no sirve el trabajo en ganadería a nivel de renta económica. El despoblamiento de los pablos fue constante y hay muchos avances de depredadores como el puma y el guanaco, que se comen las mejores hierbas y se toman el agua”.
Bowman mencionó que el commodity de la lana va en detrimento. “Ya hay muchas fibras sintéticas que la suplen. No tenemos recambio generacional, el hombre que está en el campo es adulto mayor, es una tormenta perfecta que como comuna rural no pudimos atajar. Estamos en un fin de ciclo”.
“Necesitamos trabajo. Me resigno que el interior de la provincia tenga que vivir en la miseria. Hoy el 80% de la localidad está por debajo del nivel de la pobreza, y hay un 20% que está por debajo de la línea de la indigencia”.