La venta de dólares del Tesoro aparece como un recurso de corto plazo en plena campaña, pero deja abierta la pregunta central: ¿cómo afrontará el Gobierno los compromisos de deuda si las reservas netas siguen cayendo?
La venta de dólares del Tesoro para contener la cotización genera cada vez más preocupación en los mercados. Analistas advierten que el Gobierno está utilizando divisas que luego serán necesarias para afrontar compromisos de deuda por u$s6.800 millones hasta enero. La decisión sobre el rumbo cambiario tras las elecciones será clave para evitar una crisis mayor.
Deuda y vencimientos en el corto plazo
Según estimaciones de la consultora C-P, entre septiembre y enero vencen u$s6.800 millones de deuda pública, de los cuales u$s2.500 millones corresponden a organismos internacionales y u$s4.300 millones a acreedores privados de los títulos Bonares y Globales.
A este escenario se suman los u$s3.300 millones que faltan para cumplir la meta de reservas con el FMI en diciembre, objetivo que ya fue rebajado previamente por las dificultades oficiales en acumular divisas.
Tal como recordó Ámbito, la venta de dólares por parte del Tesoro representa una maniobra riesgosa: cada divisa que se pierde es menos capital disponible para afrontar obligaciones externas.
El impacto en reservas y riesgo país
«Las reservas netas van a profundizar su rojo; nuestra estimación es que al 31/10 van a estar en -u$s10.000 millones, tal como las mide el Fondo. Eso perjudica la capacidad de pago en moneda extranjera y el riesgo país», advirtió Lorenzo Sigaut Gravina, director de Equilibra.
En paralelo, el riesgo país ya se ubica en 898 puntos básicos, el nivel más alto desde abril, reflejando la incertidumbre sobre la capacidad de pago argentina. Para Pablo Moldovan, de la consultora C-P, «lo que sea que venga después de octubre va a tener que ser muy distinto para cubrir medianamente el faltante de dólares».
Escenarios tras las elecciones
El economista Jorge Neyro planteó dos posibles panoramas:
- Optimista: un buen resultado electoral mejora la percepción del mercado, baja el riesgo país y abre la puerta al financiamiento externo.
- Negativo: un mal desempeño electoral mantiene la tensión financiera, obligando al Gobierno a usar dólares del Banco Central, recursos fiscales o más deuda en pesos para cumplir con los compromisos.
Sigaut Gravina fue categórico: «Aunque el Gobierno haga una buena elección, si no acumula reservas netas difícilmente baje el riesgo país».
Por su parte, José Ignacio Bano adoptó una mirada más favorable: no prevé complicaciones inmediatas para enero, pero advirtió que en algún momento será inevitable abrir los mercados de capitales.
Una política atravesada por la campaña electoral
El secretario de Finanzas, Pablo Quirno, confirmó esta semana la intervención en el mercado cambiario con el objetivo de «contribuir a la liquidez y su normal funcionamiento». Sin embargo, la mayoría de los analistas coinciden en que se trata de una medida electoral que podría salir cara a futuro.
En paralelo, Moldovan alertó que la deuda consolidada entre el Tesoro y el Banco Central aumentó en u$s8.200 millones durante la gestión de Javier Milei, lo que agrava la presión sobre reservas y riesgo país hacia 2026.