Rusia lanzó una nueva ola de ataques con misiles y drones contra Ucrania durante el fin de semana, dejando al menos cinco muertos y miles de hogares sin electricidad.
En respuesta, Polonia desplegó aviones de combate para proteger su espacio aéreo ante el temor de que los bombardeos se extiendan más allá de la frontera.Según BBC, los ataques se produjeron entre la noche del sábado y la mañana del domingo, alcanzando diversas regiones del país. El presidente Volodymyr Zelensky confirmó que más de 50 misiles y unos 500 drones fueron disparados por las fuerzas rusas contra infraestructuras energéticas.
En la ciudad de Lviv, cercana a la frontera polaca, murieron cuatro personas, mientras que otra víctima fatal fue reportada en Zaporizhia, al este. Las explosiones provocaron cortes de luz generalizados y daños severos en redes de transporte y edificios residenciales.
Zelensky denunció que Moscú utiliza “terror aéreo” contra la población civil y pidió a los aliados occidentales acelerar el envío de sistemas de defensa antiaérea para frenar los ataques.
Polonia y la OTAN, en máxima alerta
Ante la escalada de tensión, el Ejército de Polonia informó que aviones polacos y aliados de la OTAN —entre ellos F-35 de la Real Fuerza Aérea de los Países Bajos— fueron desplegados para resguardar el espacio aéreo nacional.
“Los sistemas de defensa aérea y los radares están en su máximo nivel de alerta”, declaró el Mando Operativo Polaco en un comunicado oficial.
Aunque la operación terminó horas después, la situación generó inquietud en toda la región. Polonia comparte más de 500 kilómetros de frontera con Ucrania, lo que la convierte en una zona clave dentro del dispositivo defensivo de la OTAN.
Nuevos ataques y consecuencias regionales
Las regiones ucranianas de Ivano-Frankivsk, Chernigov, Odesa, Jersón, Járkov y Kirovogrado también sufrieron bombardeos, dejando sin electricidad a decenas de miles de hogares.
El alcalde de Lviv, Andriy Sadovyi, informó que la ciudad amaneció sin energía ni transporte público y pidió a los vecinos no salir a la calle por riesgo de nuevos ataques.
En Zaporiyia, más de 73.000 usuarios quedaron sin servicio eléctrico, y una adolescente de 16 años resultó gravemente herida. Las imágenes difundidas por autoridades locales muestran viviendas destruidas y vehículos incendiados.
La tensión se extiende a otros países
Mientras tanto, Lituania, otro miembro de la OTAN, cerró temporalmente su espacio aéreo tras detectar “objetos aéreos sospechosos”. El aeropuerto de Vilna suspendió una decena de vuelos por precaución.
Estos incidentes se suman a otros ocurridos recientemente en Dinamarca, Noruega y Alemania, aumentando la preocupación por el alcance de la guerra.
En Rusia, el Ministerio de Defensa aseguró haber derribado 32 drones ucranianos, mientras el Kremlin advirtió a Estados Unidos que permitir ataques de largo alcance por parte de Kyiv podría “destruir las relaciones bilaterales”.
Escalada sin freno y reclamos de paz
Zelensky reiteró su pedido de apoyo internacional y aseguró que solo una respuesta firme puede frenar la agresión. “Un alto el fuego en el cielo es posible y abriría el camino hacia una diplomacia real”, expresó el mandatario ucraniano.
Mientras tanto, la guerra sigue cobrándose vidas y dejando a millones de personas sin servicios básicos, marcando otro fin de semana de terror en el este de Europa.