Perú vive una nueva y aguda crisis política tras la destitución de la presidenta Dina Boluarte, que ha desatado masivas protestas y una profunda incertidumbre sobre el futuro inmediato del país.
El pasado 10 de octubre, el Congreso peruano destituyó a Dina Boluarte por “incapacidad moral permanente”, designando como presidente interino a José Jerí Oré, entonces titular de la Mesa Directiva. Según la información reportada por el medio alemán Deutsche Welle, lejos de calmar la situación, esta sucesión ha generado una ola de indignación ciudadana y cuestionamientos institucionales, poniendo en jaque la viabilidad del nuevo gobierno.
Protestas Masivas y una Muerte que Enciende los Ánimos
Miles de ciudadanos colmaron las calles de Lima, Trujillo, Piura y Puno el 15 de octubre. La «Generación Z» llevó la voz cantante en estas protestas. Sus consignas resonaron con claridad: exigían la renuncia de Jerí, el cierre del Congreso y una reforma estructural profunda del sistema político.
La trágica muerte del manifestante Eduardo Mauricio Ruiz Sáenz, de 32 años, ensombreció la jornada. Un policía de civil le disparó cerca del Congreso. La Defensoría del Pueblo contabilizó más de 100 heridos y acusó a las fuerzas de seguridad de emplear la fuerza de manera excesiva.
La Cuestionada Figura de José Jerí
José Jerí, un abogado de 38 años, asumió la presidencia en aplicación del artículo 115 de la Constitución peruana. Sin embargo, su legitimidad es ampliamente cuestionada. Su gabinete de transición ha sido criticado por incluir figuras con investigaciones penales. Además, el propio Jerí arrastra varias denuncias, entre ellas una por presunta violación sexual que fue archivada en agosto de 2025, y otras por presunta desobediencia a la autoridad y enriquecimiento ilícito. Frente a las protestas, ha declarado: “No voy a renunciar. Mi responsabilidad es mantener la estabilidad del país”.
Un Futuro Incierto y la Demanda Ciudadana de Cambio
El presidente interino ha prometido conducir al país hacia elecciones generales en abril de 2026. No obstante, diversos sectores exigen una reforma política previa que garantice transparencia e incluso evalúan la convocatoria a una Asamblea Constituyente. Para el politólogo Alberto Vergara, esta crisis “es el resultado de una acumulación de desgobierno, corrupción y desconexión entre la clase política y la ciudadania”. Mientras la incertidumbre política continúa, la economía ya muestra signos de volatilidad, con el tipo de cambio del dólar fluctuando y sectores clave como el turismo reportando caídas en sus ingresos. Información extraída del medio Noticias Argentinas.