El presidente interino de Perú, José Jerí, inició su gestión de transición con un 45% de aprobación, según la primera encuesta de Ipsos difundida por América Televisión
Su llegada al poder tras la destitución de Dina Boluarte refleja un escenario político complejo, pero con un nivel de apoyo mayoritario a la medida adoptada por el Congreso.
Fuerte respaldo a la salida de Boluarte
De acuerdo con los resultados del sondeo, el 82% de los peruanos apoyó la destitución de Dina Boluarte, quien fue removida del cargo el pasado 9 de octubre. Solo un 15% de los encuestados manifestó estar en desacuerdo con la decisión, mientras que un 3% prefirió no opinar.
En Lima, Jerí obtuvo un 49% de aprobación, frente a un 41% de desaprobación y un 10% de indiferencia. En las regiones del interior, los números se equilibran: 43% a favor y 43% en contra, con un 14% que no emitió opinión.
Medidas de emergencia con amplio apoyo
Una de las primeras acciones de Jerí fue mantener el estado de emergencia en Lima y Callao para enfrentar la criminalidad organizada. Esta medida obtuvo el respaldo del 78% de los encuestados, mientras que el 21% expresó disconformidad y solo el 1% no opinó.
En Lima Metropolitana, el 85% de los ciudadanos apoyó la destitución de Boluarte, frente al 14% que la rechazó. En el resto del país, el nivel de aprobación se mantiene alto, alcanzando el 80%.
Evaluación de otras figuras políticas
La encuesta también evaluó la gestión de Renzo Reggiardo, quien asumió como alcalde de Lima tras la renuncia de Rafael López Aliaga. Reggiardo logró un 47% de aprobación, mientras que el 39% lo desaprueba y un 14% no manifestó opinión.
El estudio, realizado por Ipsos entre el 23 y 24 de octubre, abarcó a 1.208 personas mayores de 18 años en las 25 regiones del país, con un nivel de confianza del 95% y un margen de error del 2,8%.
Según Radio3, los resultados reflejan un clima de expectativa y prudencia ante la corta pero decisiva gestión que afronta el mandatario interino.
Un liderazgo en observación
El gobierno de José Jerí se desarrolla en un contexto de alta tensión institucional y expectativas sociales. Su capacidad para mantener la estabilidad política y enfrentar la inseguridad determinará si logra sostener el apoyo que hoy recibe.




