En un giro significativo dentro de la diplomacia internacional, los principales aliados de Ucrania han expresado sus reservas sobre la propuesta de paz elaborada por Estados Unidos para poner fin a la guerra con Rusia.
Durante la cumbre del G20 en Johannesburgo, líderes de Europa, Canadá y Japón coincidieron en que el plan, en su forma actual, necesita más desarrollo antes de poder ser avalado.
El Consenso Aliado: Una Paz que Requiere Más Trabajo
Según la información original publicada por el medio DW, los mandatarios reunidos al margen del G20 emitieron un comunicado conjunto donde, si bien acogieron positivamente los esfuerzos de Washington, fueron claros en señalar que el borrador del plan «requiere trabajo adicional». Subrayaron que cualquier acuerdo futuro debe garantizar una paz «justa y duradera», basada en el principio de que las fronteras no pueden modificarse por la fuerza. Una de las preocupaciones centrales expuestas es que las limitaciones propuestas para las fuerzas armadas ucranianas podrían dejar al país en una posición de vulnerabilidad frente a una potencial agresión futura.
Las Próximas Negociaciones: El Camino a Suiza
Mientras los aliados analizan el plan, Ucrania no pierde tiempo. El secretario del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa, Rustem Umérov, confirmó que un equipo ucraniano se reunirá en los próximos días con altos funcionarios estadounidenses en Suiza. El objetivo de estas consultas, según Umérov, es presentar la visión de Ucrania y delinear los próximos pasos en el proceso. Este movimiento se produce después de que el presidente Volodimir Zelenski designara formalmente un equipo negociador, encabezado por Andrí Yermak y el propio Umérov, para trabajar en un acuerdo definitivo.
Un Frente Común con Mirada al Futuro
El desarrollo revela un frente unido entre los socios occidentales de Ucrania, que buscan equilibrar el apoyo al proceso de paz con la garantía de la seguridad a largo plazo de Ucrania. La postura conjunta indica que, aunque existe voluntad política para colaborar con la iniciativa estadounidense, no se avalarán soluciones que comprometan la soberanía o la capacidad defensiva de la nación invadida. El camino hacia la paz parece exigir, por ahora, más diálogo y ajustes.




